YA HACE UN AÑO...

Fotocomposición hecha por Juan Carlos, nuestro "hermano" querido

Fue el 23 de junio de 2006, España jugaba uno de sus partidos del mundial y nosotros mirábamos el monitor de TV en la antesala del juzgado de Hato Rey, acompañados de nuestros incomprabales testigos (Tapita y Ariel), y del amigo del alma que hizo estas fotos... Juan Carlos, un canario que también se enamoró de una puertorriqueña de Ponce, nuestra querida Carmen, y se quedó por siempre en un rincón del mundo que poco tiene que envidiarle al Paraiso... Borinquen...

Fue el 23 de junio... Tapita nos recogió en nuestro modestisimo hogar de Santa Rita... mi futuro esposo hecho un pincel, con su traje azul, zapatos lustrados, camisa blanca impoluta y corbata roja... yo, toda de blanco, de pies a cabeza, pantalones de lino y una camisa que me había regalado mi mamá. Consejos, confidencias, chistes para hacer más corta la espera... hasta que el alguacil pronunció nuestro nombre... La juez nos esperaba, con ella éramos seis en aquella sala, no había nadie más. Comenzó su discurso y luego nos pidió, antes de legalizar la unión, que nos dijéramos lo que quisiéramos... todos lloramos, primero le dije a MiBen que Dios era bueno porque en la inmensidad del mundo consintió para que nos encontrarámos y que le amaba con la vida y el alma, y después MiBen me dijo que sí, que Dios nos quería y que teníamos más suerte que nadie porque aquello era pura magia... He de decir que hasta la juez dejó escapar sus lagrimitas. Luego nos dejó un ratito para hacernos unas fotos y unos minutos después salimos de allí casados. Besos, achuchones, piel de gallina, sentimientos disparados... Los testigos se fueron a sus trabajos, Juan Carlos también se fue para el suyo, y MiBen y yo nos montamos en el metro para llegar hasta el Chotis, un restaurante español donde celebramos nuestro día grande.

Hasta el día de hoy el camino ha sido difícil, nos hemos acostumbrado el uno al otro, hemos aprendido a caminar juntos, a unificar sueños, a compartir el día a día y a ceder. Hoy seguimos igual de convencidos de que Dios nos bendijo, porque consintió lo que hoy es realidad, y no dejamos de asombrarnos ni un solo día. Nos queda todo por construir, nos queda todo por inventar, nos queda todo por sentir y por cuidar, nos queda una vida entera por recorrer. Y si de algo seguimos estando bien seguros es de que esta historia está construida a punta de AMOR, con letras bien grandes.

Fue hace un año, el 23 de junio de 2006. Y cuando la gente insiste en que casarse es todo un lío, que son meses de preparativos, de gastos, de locura, de nervios de punta... yo miro incrédula y apunto... "para casarse sólo hace falta llegar hasta el juzgado, lo demás es puro invento".

Extrañé a mi mamá, a mis hermanos y sobrino, a mi familia entera, a tantos amigos, cada segundo estuvieron conmigo, agarrándome de la mano... pero no me arrepiento de haber hecho las cosas como las hice, así soy yo, cuando quiero algo, cuando deseo algo, corro a conseguirlo porque la vida es breve y no sé cuándo se puede terminar, no hay tiempo para planificar... Si algún día nos casamos por la iglesia será para compesar todas aquellas ausencias, pero sobre todo, para regalarle a mi mamá, a mis hermanos y a mi tía Carmen el día que no compartí con ellos, y también a todos los demás.

Gracias a Tapita, a Ariel, a Juan Carlos y Carmen por ser nuestra FAMILIA, gracias desde el alma, por cuidarnos, querernos y consentirnos como lo hicísteis y como lo seguís haciendo.

Besos................... estupendos seres humanos.