Y el día 3 nos fuimos en el tren estrella a Girona, al pueblecito de Les Planes d'Hostoles... un rincón bello y tranquilo que nos devolvió la serenidad después de tanto agite. Felices, felices... con unos anfitriones de lujo, como son Montse y Fran y sus hijos Álvaro y Germán... nos han hecho sentir en casa y nos han regalado un mundo de sensaciones con cada rincón que nos mostraban. Atentos, cálidos y entregados, son increíbles... y además son de Granada, pero como los papás de Montse son de Les Planes, suelen pasar los veranos allá... Además, tuvimos la inmensa suerte de contar un par de días con la compañía de mi niña Pilar y su esposo Antonio, somos amigas gracias al patchwork, ellos viven en Badalona (Barcelona), pero nos vemos siempre que podemos... ¡¡¡son lo más!!!.
Las dos primeras fotos no me acuerdo el nombre del sitio, está pegadito a Les Planes y estuvimos comiendo allí, en un sitio precioso y delicado, hermoso. Después, las dos fotos siguientes (tercera y cuarta) es el pueblito medieval de Rupit... del que me enamoré completamente y donde nos gustaría pasar un fin de año, tiene que ser incomparable... Luego podéis ver Vall de Núria, que es algo así como Suiza, al ladito de Francia y de una belleza sin parangón, a donde se accede caminando por las montañas o en el tren cremallera (adivinad cómo llegamos... jajajajajaja)... Luego está la playa de Calella, algo hermoso por demás, un rinconcito de la Costa Brava que dispara la imaginación... y por último, unas pozas naturales a donde llegamos haciendo trekking (y yo con este culo), que tiene un nombre complicado en catalán que no puedo recordar (pero que preguntaré) y que es como el paraiso... Diosssssssssssssssssssssss, cuánta belleza junta...
Besos... estupendos seres humanos.