23 agosto, 2006

GRANADA

Mi Ben y una servidora... en los Jardines del Generalife
(Foto de Francisco Torres)

Detalle del suelo - La Alhambra

Granada, como cualquier parte del mundo, se convierte en dos veces bella si quien te la muestra y te guía le pone alma, corazón y vida, como dice el bolero... Llegamos a las tierras de Boabdil el viernes por la mañana y todo comenzó con un abrazo cocinado a fuego lento, como los mejores guisos, durante los tres últimos años. Nos esperaba Francisco, un amigo de Mi Ben, al que conoció hace más de tres años en Minnesota durante un curso internacional de la empresa a la que por aquel entonces ambos pertenecían... pasaron dos semanas donde los acontecimientos se sucedieron a una velocidad de vértigo y las circunstancias los hizo identificarse al uno con el otro de forma tan próxima que hoy por hoy se siguen llamando "hermanos", creo que con eso queda todo dicho.

Caminamos las calles de la Granada vieja, comimos divino en una vinoteca de postín y tronío, subimos a la falda de la Alhambra (La Roja), contamos pasos por los empedrados centenarios, esquivando coches, rozando extranjeros y propios, metiendo la nariz en tiendas de marroquinería... mirando a todos lados como ventilador de iglesia, escuchando historias, suspirando fábulas, acariciando amores ajenos de moras y cristianos... esperando que de una esquina salieran unos persiguiendo a los otros por culpa de romances prohibidos y culturas encontradas. Granada es un atardecer de fábula eterno, un suspiro suspendido en el tiempo donde todos podemos acunar nuestros sueños y dejar escapar emociones que no nos atrevemos a susurrar... porque Granada escucha y guarda el secreto, tiene experiencia en ello...

Con Francisco compartimos familia, mesa, casa y consejos, sonrisas, bromas, ronquidos y sueños... nos sentimos parte de los suyos, nos hicieron parte de su intimidad y nos trataron como a reyes recién coronados, lo mejor de lo mejor para ese par de desconocidos que invadieron su cotidianeidad con prudencia y sonrisas. Pescado fresco, brisa del mar, agua salada e higos chumbos... unos días de cuento, por activa y por pasiva, donde uno recupera la fe en el prójimo y sabe que, lejos del hogar propio, siempre hay un refugio donde descalzarse.

Estuvimos en Salobreña, en una partecita que denominan La Caleta... donde el agua estaba fría, la playa empedrada castigando los pies hasta lo insoportable y la calma del entorno hacia imposible no reconciliarse con uno mismo. Un sitio chiquito, donde todos se conocen y comparten las historias de tantos años atrás... es mágico.


La Alhambra, como postre y a pesar de mal guiada, volvió a ser el cuento hecho piedra, barro, flores y aromas intensos, con sus cuestas, sus escalones interminables, sus estancias en penumbra, sus mil frases del Corán vistiendo las paredes y el sonido eterno del agua desparramándose por todos lados... y seguir esperando que Boabdil y los suyos aparezcan por una puerta para terminar de desalojar a tanto extraño que alteran el peso de la historia y a veces no respetan la herencia irrepetible que tenemos la suerte de tener a un palmo de la nariz...
Y al despedirnos, ver dos hombres como dos castillos abrazados de nuevo, con los ojos aguados y la promesa de cuidarse los pasos, de la amistad incondicional y el cariño sincero... de saber que Mi Ben tiene su pedazo propio y no prestado en este lado del mundo.

Amo Granada. Mil gracias Francisco, mil gracias Familia Torres. Bendito sea Dios por esta vida llena de bendiciones, valga la redundancia.

Besos........ estupendos seres humanos.

Fotos de Carmen Navarro - Mañana más fotos... prometido.

DOS MESES

Hoy hace dos meses que nos casamos... ¡¡¡FELIZ MESVERSARIO MI VIDAAAAAAAAAAA!!!

Foto de Carmen Navarro... Está deliciosaaaaaaaaa

17 agosto, 2006

LLUEVE EN MADRID

Después de mucho tiempo llueve en Madrid, en realidad hoy, 17 de agosto de 2006, parece un día de otoño más que de pleno verano... hace friíto, llueve en la calle, se ven chaquetas y mangas largas... Huele a asfalto húmedo, a tierra mojada, a lluvia bendita después de tantos meses... No sé lo que dure, pero de momento me tiene brincando de la alegría.

Voy a darme un duchazo, a vestirme de fiesta y a lanzarme a la calle a descubrir mil sensaciones como si fuera la primera vez... de la mano de Mi Ben.

Besos... estupendos seres humanos.

Fotos de Carmen Navarro

16 agosto, 2006

SEGUIMOS TURISTEANDO... Y LO QUE NOS QUEDA

Lo primero de todo... ¡¡¡GRACIAS JACKIE Y JUANCAR!!! Acabo de instalar el Firefox y a la primera he conseguido subir las fotos para el anterior post, lo que me ha puesto más feliz que una lombriz... benditosealseñol... que diría mi adorado esposo, ea.

Doña Madre y su amiga Maricarmen
Al fondo... El Pantano de San Juan, en la zona de la Virgen de la Nueva... una delicia natural
- Foto de Carmen Navarro -

Bueno, siguiendo con los relatos de los aconteceres por estos predios del orbe mundial, digo que hemos pasado cuatro días en el pueblo por aquello de ser el puente de la Paloma (que ningún venezonalo se ría, juro que la santita se llama así y es la patrona extra oficial de Madrid). Total, que aprovechando el derroche de festejo nacional, aunque todavía no somos trabajadores de pro, nos unimos al combo de los fuegos artificiales.

El sábado nos lanzamos a San Martín de Valdeiglesias porque se celebraba una feria de artesanía a los pies de un castillo de los de verdad, el Castillo de la Coracera (monumento del siglo XV que perteneció a Don Álvaro de Luna). La cosa fue linda, preciosa y entrañable... porque he descubierto que cualquier cosa que hagamos juntos Mi Ben y yo es especial. En fin, salimos de la feria con una pulsera de cuero que me regalo mi maridín y un jabón de esos artesanales que es exfoliante (dos días antes compramos en el centro de Madrid otras dos piezas, una de pomelo y otra de aloe vera... el olor sólo derrite... la piel se queda de fábula).

El domingo decidimos convertirnos en dos seres humanos sanos y alejarnos de los efluvios de la cerveza, la noche y los humos, así que nos fuimos tempranito a la piscina y pasamos tooooooooooooodo el día disfrutando del sol y el agua dulce, que por cierto estaba congelada. Comimos allí y luego nos tumbamos bajo un árbol a seguir la máxima nacional... la siesta, tanto es así que Mi Ben hasta se permitió el lujo de roncar, hasta que llegaron unos adolescentes insoportables que hablaban como si fueran sordos intercalando tacos y palabras malsonantes a cada momento... un despropósito. Jugamos un rato en el agua para despejarnos, unas cuantas llaves de judo, unas cuantas lagartas que le miraban el culo a Mi Ben más de lo que la curiosidad aconseja y unos cuantos "holas" lanzados al viento por puro compromiso... Y después, al bar... a tomarnos unas cervecitas y jugar unas manos de cartas con una baraja española que compramos en Caguas (donde nació mi maridín) y que llevan pintado en el reverso un hermoso mapa de la Isla del Encanto (mmmmmmmmmmm). Después nos fuimos a casa, a eso de las ocho y media de la noche, cenamos como señores y tardamos menos que nada en pedir pista porque sin haber hecho gran cosa estábamos agotados.

Los Señores de Rivera en pleno amapachamiento ecológico... benditosealseñol...
- Foto de Doña Madre -

El lunes lo consagramos al turismo local, junto con Doña Madre y su amiga Maricarmen, que suele pasar un mes todos los veranos con ella... Empezando por el mercadillo (flies market, mercado de las pulgas, mercado callejero, pa' que nos entendamos todos) de San Martín de Valdeiglesias, de allí nos fuimos a la Virgen de la Nueva, que es la parte posterior del Pantano de San Juan, donde tomamos las fotos que véis y disfrutamos de unas vistas incomparables... pero el pantano está tan vacío y el ambiente tan seco que dan ganas de llorar... Luego pasamos de nuevo por el pueblo camino del Pantano del Burguillo, donde comimos en el restaurante El Descanso y luego de una vez nos pusimos en Ávila, para pasear por el centro comercial El Bulevar (Mi Ben sintió que había llegado al paraíso, nada más había que mirarle a la cara para sentir su extrema felicidad por hallarse inmerso en un templo del consumo como aquel), porque teníamos que comprar un colchón nuevo y un somier... Al terminar allí nos lanzamos para el centro de la ciudad, porque a la vera de las murallas y de cara a la Plaza del Mercado Grande (en realidad la Plaza de Santa Teresa), se desplegaba una feria de artesanía como Dios manda, con productos alucinantes y bien caros... no obstante, conseguimos encontrar la riñonera (cangurito) que tanto deseábamos, porque Mi Ben dejó la suya en el vuelo de San Juan a New York y andaba penando su mala suerte... Apenas vimos nada más de la ciudad, pero como la tenemos cerquita volveremos pronto, ya que son muchas las cosas que nos quedan por ver, allí y en los alrededores... porque Castilla es mucha Castilla y más para unos ojos que están acostumbrados a una Historia de poco más de 500 años...

Nos custodian las murallas de Ávila... a la derecha, la feria de artesanía
Por cierto, Ávila es Patrimonio de la Humanidad...
- Foto de Doña Madre -

Volveremos a Ávila en el primer fin de semana de septiembre, porque cada año se celebra una feria medieval que enamora y encanta... muero por regresar y comprar dátiles naturales, recién cortados de la palmera, con ese primer bocado que te deja la boca como madera y después te sumerge en una explosión dulce que te transporta a los tiempos de Abderramán I... mmmmmmm... no aguanto la espera.

El viernes nos vamos a Granada y tenemos pensado regresar el lunes por la tarde, pero quién sabe si el encuentro con un entrañable amigo de Mi Ben nos deja el corazón despachurrado y el alma tranquila, y en ese revivir de los compadres se nos va el tiempo sin darnos cuenta... lo mismo el reloj se para, la magia se alia con nosotros y cuando queramos venir a ver ya es de nuevo viernes... quién sabe... Al regreso, más fotos y más cuentos, que esto de andar barriendo rincones ya visitados resulta de lo más placentero y estimulante...

Ser guiri es una delicia... Besos... estupendos seres humanos... mmmmmmmm

10 agosto, 2006

DOS GUIRIS EN MADRID

* Para quien no lo sepa, en España utilizamos la expresión guiri para designar a los turistas, así de claro y raspado.

Desde que llegamos hemos estado consagrados al papeleo, deshacer maletas, poner lavadoras, ir y venir del pueblo los fines de semana, atender algún compromiso ocasional y otras cositas. En fin, que no habíamos tenido tiempo de pasear por este Madrid único e incomparable, ni deleitarnos con escenas pintorescas de las que abundan por estas calles.
Mi Ben pisó esta ciudad en 1997 y 1998, y fue entonces cuando le nació una pasión desconocida por esta bendita ciudad y este bendito país. Tanto es así que tiene una colección de música de flamenco new age que ya la quisiera un experto, y oírle hablar de vinos con toda autoridad es un verdadero deleite, conocimientos adquiridos tras devorar muchas, pero que muchas páginas de cuanta publicación conseguía, a algunas de ellas estuvo suscrito por años. Así pues, sentir y compartir su pasión por el vino es una escuela interminable y un deleite indescriptible, sé que el amor puede cegarme, pero juro que no soy la única que flipa con su sapiencia vitivinícola o como quiera que se denomine, porque me pierdo.

Pues bien, en Madrid hay varios puntos de referencia imprescindibles para Mi Ben, fruto de aquellos dos viajes mencionados. Uno de ellos es el hostal donde se quedaba en la misma Puerta del Sol, donde ya estuvimos la semana pasada y donde el encargado le identificó nada más entrar como "SalsaMan"... porque bailongo es un rato, no digo más que me dan los calores. Otro punto de referencia y locura es RODILLA, una cadena española dedicada a los sandwiches... deliciosos, únicos, de un sabor exquisito, variados, locos, adictivos... y allí nos hemos ido a desayunar, y el angelito se ha metido entre pecho y espalda cuatro ejemplares de foie gras (hígado de cerdo triturado, que así dicho suena asqueroso, pero juro que es una delicia), seis croquetas de jamón, un jugo de naranja y un granizado de limón... Dios bendito, la última vez que disfruté tanto viendo comer a alguien fue hace un siglo, de verdad que sí... su deleite era tal que me he pasado casi cuarenta minutos babeando como un perro de Pavlov con sólo verle (yo me comí tres sandwiches y un jugo de naranja, dicho sea de paso).

De la Puerta del Sol caminamos hacia la Plaza Mayor, recorriéndo todo su perímetro bajo los soportales laterales, parándonos en cada tienda, comentando cada adoquín, admirando la Historia y besándonos cada dos por tres. Sus recuerdos, sin poder tocar sus colores ni saber de los olores que les dan identidad, han terminado siendo míos y su cara de sorpresa contínua, su sonrisa mágica y su bondad infinita me siguen derritiendo, cada día más.

De allí salimos a la calle Mayor, destino a la calle Bailén, con la pretensión de almorzar en Casa Ciriaco... donde él y sus compañeros de trabajo disfrutaron como locos en aquellos dos viajes de premiación por record de ventas... pero estaba cerrado (abrirán el 31 de agosto y volveremos). Allí están dos fotos que rememoran aquellas comilonas pantagruélicas de un grupo de boricuas divertidos y geniales. Y como no pudimos almorzar, pues terminamos sentaditos en la taberna "El Anciano Rey de los Vinos" frente a la Catedral de la Almudena, un par de jarras de cerveza helada y una ración de calamares nos sirvieron de refuerzo, no sin antes repetir granizado de limón porque el descubrimiento a mi niño le tenía fascinado de pies a cabeza.

Y para desandar los pasos andados, en vez de meternos de nuevo por la calle Mayor, enfilamos hacia la Plaza de Oriente, la Plaza de la Ópera y la calle Arenal para alcanzar de nuevo la Puerta del Sol, donde aun Mi Ben tenía espacio para cumplir el último punto del ritual programado... los helados Palazzo, y al entrar otro millón de recuerdos alborotados se le subieron a la espalda, y la sonrisa le brillaba más si cabe... bendito Dios. Pidió el cucurucho más grande posible, de dos sabores, y yo le acompañé con el más pequeño porque no soy amante de los helados, pero sí de mi marido y no le gusta comer solo... Verle destrozar aquel monumento frío a lametazos y cucharadas ha sido como la mejor película de Vicente Aranda que yo haya visto jamás... mirarle es un deleite contínuo porque no deja de sorprenderme.

Y después de aquello seguimos caminando, suplicando al cielo por aligerar la panza... Total, que entre unas cosas y otras nos pasamos seis horas paseando por el Madrid de los Austrias y el Madrid de los Borbones, y aun nos quedó cuajo para hacer mercado al llegar a casa... y no tenemos coche.

No lo cambio por nada, no señor, por nada del mundo.

Besos.............. estupendos seres humanos.

P.S. Llevo diez minutos intentando poner fotos y no me deja... estoy a punto de tirar este aparato por la ventana, así que publico y luego sigo intentándolo... madrequeloparió.
P.S.2. He intentado poner las fotos en un otro post, pero que si quieres arroz Catalina (o como diría yo para que me entendiera un guiri... if you want rice Catalina... ¡ahí queda eso!). Total, que las fotos quedan para mañana, que seguro que las pongo... palabrita de Girl Scout.
P.S.3. ¡¡¡TE ADORO FIREFOX!!!

03 agosto, 2006

SOY FELIZ


1. Porque me casé con el hombre que era y nuestra piel se acomoda al milímetro.
2. Porque tuve el valor de atravesarme medio mundo dejándolo todo para atrapar mi sueño y la madurez suficiente para regresar sin miedo al qué dirán.
3. Porque mi marido fue capaz de hacer exactamente lo mismo, pero a la inversa.
4. Porque mi familia adora a mi esposo y mi sobrino lo bautizó a los dos segundos como TATO BEN.
5. Porque mañana tengo mi primera entrevista de trabajo y promete... oooops... y no sólo eso, si no unas hadas madrinas únicas que me tienen reservadita plaza para septiembre y octubre sin en Madrid la cosa no funciona... ¡¡¡gracias!!!
6. Porque una bruja me abrazó el martes, en el medio de la calle, ante la mirada espantada de mi esposo, y me dijo, mientras me cubría de besos, mirándome con sus ojos perdidos en dosis enormes de ansiolíticos... tienes suerte, mucha suerte.
7. Porque me encanta mi vida, ahora más que nunca, y me siento bendecida.
8. Porque miro alrededor y todo lo veo con colores reventones.
9. Porque tengo una familia sana, hermosa, espectacular y que rebosa amor, y no sólo incluye a mi mamá (mi Doña Madre bendita), mi hermano, mi cuñada y mi sobrino... se extiende más allá. Tía Carmen, adorada, que te siento aunque estés a 8000 Kms., sueño con tenerte cerquita, necesito abrazarte y contarte taaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaantas cosas. (Mi tía es como mi segunda mamá y es un ser humano espectacular... algún día me sentaré a contarles... tengo suerte, mucha suerte por tenerla en mi vida, pero que mucha suerte).

10. Porque mire a donde mire, siempre veo a mi esposo... TE AMO, puchungui.

Besos... estupendos seres humanos.

P.S. No tengo nada pero lo tengo todo, es más, tengo la suerte inmensa de poder reinvertar mi vida a diario... Huyo de convencionalismos pero también me ajusto a lo políticamente correcto, y aun así me pongo el mundo por montera... Respeto lo que me rodea y a los que me rodean, escucho las críticas, admito mis errores, celebro mis triunfos y cada noche me acuesto satisfecha por las 24 horas que he exprimido... Tengo la suficiente humildad para saber que meto la pata muchas veces... pero me encanta mi vida y tengo más suerte que nadie en el mundo porque encontré el compañero perfecto con el que compartir este platillo volante es fácil. Gracias papá Dios, mil gracias.

Free counter