YA... DESDE MADRID...
Mi marido, el pobre, con su pasaporte estadounidense me miraba espantado pensando que mejor callado porque si no al final también me cagaría en él... con perdón... por ser norteamericano, y que nadie ponga cara extraña porque los puertorriqueños SON norteamericanos... de verdad que sí, que son parte de Estados Unidos...
En fin, teníamos tres horas para hacer la conexión de la terminal 9 a la terminal 1, en el tren aéreo, cargados hasta las cejas, agotados, cansados, sedientos y pensando cómo coño ibamos a arreglar la maleta. Yo seguía despotricando... Llegamos a la terminal 1, ni de vaina encontrábamos el counter de Air Plus Comet, una línea aérea española con dos aviones que hacen más viajes de ida y vuelta que yo a la nevera cuando tengo ansiedad cualquier tarde. Total, que para facturar pasamos dos horas en una cola que apenas avanzaba... el vuelo debía salir a las 11 de la noche y salimos a las 2:30 de la madrugada... los asientos eran estrechos, los nuestros no podían echarse para atrás, la de mi izquierda tenía las patas demasiado largas y me invadía, la de delante tenía el asiento recostado hasta casi mi nariz y mi marido se echaba hacia mi en su amor eterno que casi me asfixia... se asustó cuando le miré fijo y le dije-... "yo me bajo, que me quiero bajar"... jajajajajajaja... y ahora me río pero iba en serio, lo juro, menudo agobio. La comida, soberana porquería y todavía nos duele el culo de estar sentados.
A todo esto cuento que la Jesulina iba en primera clase con su novio, que es un clon de George Michael y como él lo sabe y encima es novio de la Jesulina, es insoportable... Bueno, eso, que alguien se mete en un aseo y cuarenta minutos más tarde viene alguien a quejarse a la azafata, que era super encantadora pero se gastaba una mala ostia del quince... qué barbaridad, aporreó la puerta y de dentro salió un sujeto que se debía haber esnifao to'l polvo del baño, porque tenía un colocón tremendo... Y dicho esto, al aterrizar en Madrid, amablemente nos hicieron esperar otro poquitín poquitón para que subiera la Guardia Civil a darle la bienvenida al tolai drogata... A todo esto digo que el aterrizaje nos puso el estómago en la nariz, con un cuerpo escándalo y un mareo que la madre que lo parió... hasta que el capitán salió de su cabina para hacer los honores a la Guardia Civil y resultó ser uno de los hermanitos de Jesulín de Ubrique... yo me dije a mi misma, de nuevo y bajito, ay caramba, ahora viene la horda de papparazzis y no salimos de aqui ni en tres días...
Total... que la vuelta fue larguisima y entretenidisima, para qué negarlo.
Una vez aquí iniciamos las visitas a los familiares, los papeleos para la regularización de Mi Ben y mi esposo, en su proceso de adaptación, se pilló un virus de espanto que le tuvo expulsando fluidos por cuanto desagüe corporal encontraba por dos días... para el viernes en la mañana, nos fuimos al pueblo, a tomar el sol, bañarnos en la piscina, seguir visitar familia y amigos, compartir...y demás... Ayer regresamos tarde, volvimos a salir con otros amigos y llegamos a las dos de la mañana... y hoy, mientras Mi Ben destroza un plato de avena como desayuno, yo me dedico a daros cuenta de todos estos acontecimientos... aunque debo ser lenta, porque ya le tengo sentado a mi lado y así no hay forma de concentrarse, que no para quieto un segundo...
Y por ello mismo, mismamente, es que no he podido sentarme antes a aporrear las teclas... que dicho sea de paso, yo también sufrí un violento virus por doce horas el sábado que me dejó descorromoñada perdida... ea.
Fotos tengo pocas... pero ideas muchas... cosas que contar y que decir, banderas que quemar en favor de muchos postulados, amigos a los que recordar, anhelos... Extraño San Juan... mi Viejo San Juan de luces tenues, humedad salada y empedrado centenario... por siempre conmigo y pendiente de volver, eso siempre.
Besos... estupendos seres humanos.