DIEZ DIAS DESPUES

Foto de Tapita Amarilla... Hada Madrina...

Son pocos los momentos en la vida que quedan grabados a fuego en la retina, en el alma, en el corazon y en la razon al mismo tiempo, aunque creemos que son muchos y que podemos revisar cada vez que queramos ese instante que en principio parece inolvidable...

Mi Ben y yo hemos caminado tan intenso hasta llegar al 23 de junio, que pocos detalles se nos pueden olvidar de aquella jornada, la mas larga del año segun el calendario por el que regimos nuestro devenir diario... No hubo nada especial, no hubo grandes aspavientos, ni trompetas, ni bandas municipales a la salida del tribunal, ni una limusina esperandonos a la puerta, mil invitados y un pastel de bodas descomunal que rompio algun record Guiness (o como se escriba)... No hubo nada de eso, pero creo que fue una de las bodas mas intensas a las que he asistido en mi vida, y no es porque fuera la nuestra, no señor, si no porque hasta ahora no he vivido momento alguno con tanta intensidad... y juro que mi vida es como una final del Mundial de football continua... sea quien sea que juegue, intensa al maximo.

Mi Ben y yo estuvimos arropaditos por Ariel, por Tapita Hada-Madrina y por Juan Carlos, mi mas reciente hermano mayor... y a nuestro alrededor flotaba un manto de energia divina proveniente de rincones mas que distantes del globo terraqueo... Pude sentir brazos, manos, cariño, besos, sobitos en la espalda, tirones de oreja, las manos por el cabello, las lagrimas, el sentir... de tanta gente... pero de tanta... que todo fue una sucesion de momentos unicos... imposibles de pasar por alto.

La juez nos dio la oportunidad de decirnos lo que quisieramos antes de jurarnos fidelidad y amor eterno, y a los dos, en nuestro turno, se nos quebro la voz y nos miramos con tal fuerza a los ojos, que el resto del mundo desaparecio... Tapita, Ariel y Juan C. se emocionaron, la juez se emociono, y todos terminamos con los ojos aguados y felices como lombrices...

El mundo es grande, es inmenso, los caminos a elegir son miles y el azar... uno solo... Yo he dado mil tumbos en el reino de los sentimientos, me he estrellado mil veces, me he roto los dientes contra cristales invisibles... Pero al final Dios me ha dado el hombre que siempre soñe (ya se que soy cursi, jefa, pero que le vamos a hacer... estas sinsorgardas... jajajajajajaja)... porque es el unico capaz de despertarme a media noche, todos los dias de la vida, para susurrarme al oido que me ama y cerciorarse con un beso que todo sigue siendo real, que no es un sueño del que corramos el peligro de despertarnos...

Me siento afortunada... soy feliz... y la vida cada dia me regala una aventura diferente, es como si comenzara de nuevo, porque la ilusion se renueva y el tacto del hombre que amo me da la oportunidad de vivir todos los dias mi mejor cuento.

TE AMO, Mi Ben... TE AMO con el alma.

Tu esposa...

Besos... estupendos seres humanos.