A PASO DE CARACOL

Nadie dijo que fuera fácil, lo sé, pero cuando el espanto crece exponencialmente se pierde la fe en TODO, abosultamente TODO. Mi penitencia en el trabajo sigue su escalada imparable, y no entiendo donde quiere llegar. La maldita hiena que me vigila todo el tiempo, que tiene potestad sobre mi y fiscaliza mis pasos es un ser humano detestable... Me consuelo pensando que Dios no se queda con nada de nadie, que el tiempo pone todo en su sitio, que nada es eterno... que pasará... pero mientras, sufro crisis hipertensivas, me muero de ansiedad, parezco un pez fuera del agua boqueando para conseguir unas migajas de oxígeno para sobrevivir... no hallo respuesta.

Soy una persona inteligente y lista, diplomática y, sobre todo, tolerante y educada con los demás. Siempre busco la frase, el momento o el punto donde la persona que tengo al frente no se ofenda con lo que digo, aunque a veces, tras mucho pisarme el callo que me duele termino reventando como un melón contra el suelo tras ser lanzado de un quinto piso... Por eso será, digo yo, que no encuentro explicación para la salvaje actitud de esta ¿mujer?, para la falta de respeto de esta ¿mujer?, para la poca educación de esta ¿mujer?. No sé qué pretende, ni qué persigue, ni que obtiene humillando y ejerciendo un poder absurdo sobre los demás... porque no crean, no soy yo sola, no se le escapa nadie al maltrato, salvo la hiena que vive pegada a sus faldas...

En fin... será por todo eso y por el manifiesto sofocón que me he marcado hoy a última hora, cuando ha desaparecido a las tres de la tarde, sin avisar, y me ha dejado allí hundida entre papeles, pacientes, llamadas y un cerro de fichas por guardar... Decía yo que será por eso por lo que finalmente he decidido que tengo que hablar con quien más manda, deshacerme en lágrimas según me pida el cuerpo y no dejar una frase viuda entre el cerebro y la boca por prudencia... luego, que salga el sol por donde salga, pero ya es tiempo de cuidarse y alejar la amenaza del psiquiátrico del horizonte.

Quedarme sin trabajo ahora sería una tragedia de proporciones inconmensurables, pero dejenme decirles algo, quedarme sin razón y muerta despatarrada por un subidón de tensión fruto de un sofocón (diario)... es mucho peor... Así que llegó el tiempo del orden, y que salga el sol por donde quiera salir, siempre seguiré teniendo dos manos para fregar casas ajenas... que, por cierto, se paga mucho mejor que defender un negocio en perfecto inglés. Lástima.

BUSCO TRABAJO.

Querida hiena, que Dios te recompense en la vida con lo mismo que tú siembras, a diario... porque con una pequeña dosis no te contentas.

Besos... estupendos seres humanos.

P.S. Muchas gracias por todos los comentarios del post anterior, después de un abandono tan prolongado no pensé que nadie se pasara ya por estos predios. Gracias a TODAS, porque todas sois importantes, mucho, para mi.