12 mayo, 2006

ME PREGUNTO...

Firma de la Constitución de 1978
(Foto de Google Imágenes)

Llevaba un largo tiempo sin prestar atención a la "realidad", ausente de noticieros y tremendismos cotidianos... Una evasión voluntaria en pos de cierta tranquilidad, porque andaba medio empachada de sinrazones que me habían provocado un sinfín de preguntas para las que no conseguía encontrar respuesta, así que decidí "ausentarme"... Tarea ardua para una devoradora de actualidad como soy, pero preferí mantener mi dudosa salud mental en el putrefacto estado de felicidad que me acompaña, pase lo que pase.

Ayer, mientras me comía unas estupendas judías verdes con tomate en su punto exacto de cocción (Doña Madre es una artista de las verduras, bendita seas) y le metía cuchillo a un rico filete de pechuga de pollo, bajé la guardia y la actualidad me volvió a pegar tremendo bofetón. Vi cómo Marín, el presidente del Congreso de los Diputados, echaba de clase a un parlamentario del PP, el Sr. Martínez Pujalte, que abandonó el hemiciclo haciendo el ganso tras reiteradas peticiones de Marín... y luego vi las imágenes de los diputados del PP en el parlamento autonómico madrileño con grilletes (esposas)... Casi que las judías se me atragantaron y pensé que el pollo era uno de los que andan constipados preocupando al mundo entero, me quedé sin habla, blanca como la leche y desorientada, porque no sabía si estaba en España o en Corea... asistiendo a una de esas sesiones que terminan a ostias entre sus señorías. Lamentable.

No entro a cuestionar actitudes particulares, me importa una soberana mierda si los payasos que estaba viendo son de un partido o de otro... juro que todos me parecen del mismo pelaje y me provocan los calificativos más barriobajeros que un ser humano pueda escupir, y que una señorita como yo no debería ni repasar mentalmente... A mi me preocupa el rumbo que desde hace demasiado tiempo está tomando la política en mi país y, en general, en el Primer Mundo, donde se supone que el orden y la legalidad están garantizados por cartas magnas respetadas, al menos en teoría, donde los ciudadanos nos sentimos seguros siendo parte de una sociedad organizada...

No pretendo dejar máximas, ni filosofar, ni decir que tengo la razón... sólo estoy pensando en alto. Los políticos han perdido el norte y ya no contamos para ellos, los ciudadanos que como yo salimos a diario a buscarnos las lentejas y atravesamos marañas de impuestos, solicitudes, hipotecas, requerimientos... y que nos acostamos agotados cada noche pensando que para qué trabajamos como animales si no nos dejan llegar a ninguna parte. En el panorama actual sólo cuentan las cuotas de poder que acumulan, se pegan por inflar estadísticas, por tirarse los trastos a la cara, por decir lo sinvergüenzas que son unos y otros... Y a mi todo eso me importa una soberana mierda... Yo quiero que vuelvan políticos como Suárez, Carrillo, Ordóñez y (Dios me perdone lo que voy a decir) el Fraga del 77, cuando la política era una carrera de fondo para reflotar un país herido durante cuarenta años por el aislacionismo y la barbarie social, y un noble arte de estrategias sociales, políticas y económicas pensadas para un conjunto de ciudadanos... Ahora todos son de mentira, se visten de Armani, cenan juntos en galas incalificables, se soban el lomo, se miran a la cara y firman acuerdos de los que no nos enteramos obedenciendo a los grupos de poder que les aupan a lo más alto... porque no nos confundamos, todos se venden, y por llegar a la Moncloa tienden la alfombra roja al mejor postor, por eso nunca cumplen lo que prometen, porque primero tienen que satisfacer a esas manos ocultas que les acomodan la silla de la omnipotencia.

No sé de teorías políticas, ni siquiera tengo una memoria repleta de datos que puedan sustentar mis postulados, no soy buena para las fechas, nombres y eventos generales... se me olvidan... pero tengo miedo, porque mirando hacia atrás veo que las sociedades, cuanto más comfort y bienestar tienen, aunque sea de forma ficticia, más se sumergen en la debacle... porque los que tienen la misión de mantener a los demás en un vida digna se van perdiendo en los vericuetos del amor al poder... No sé si me explico... Es como cuando uno es pobre y prospera, y cuando ya tiene mucho, se olvida de lo que dejó atrás porque no le importa, total, él ya está de puta madre...

Creo que me voy a volver a desconectar... que a la hora del noticiero buscaré un documental en La2 porque el mundo está lleno de rincones exquisitos y seres sorprendentes... y mientras, seguiré ordenando las pocas cosas que tengo para continuar mi viaje, esperando ese ansiado momento en el que por fin pueda vivir en el campo... que ya queda menos...

Malditos políticos.

Besos... estupendos seres humanos...


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