28 enero, 2007

DE NUEVO POR AQUÍ

Hoy es domingo y esta semana he pensado más de una vez en acercarme por estos lados para contar alguna bobería, pero como siempre el tiempo juega en mi contra, con jornadas de 12 horas poco se puede hacer salvo trabajar... el resto, arrastrarse en un interminable camino hacia la cama y desmayarse en cuanto la oreja siente el bendito tacto de la almohada. 'Dita sea.

Sin embargo han pasado unas cuantas cosas dignas de reseñar, alguna me la callo porque no procede y porque me he propuesto que quien lo protagoniza termine siendo como un grano de arroz en un sembradío vietnamita, o sea, NADIE. En fin, a lo que vamos. Como ya os dije trabajo en una clínica dental de lujo, de esas por la que desfilan los rostros famosos, poderosos y conocidos... hay de todo. No voy a hacer juicios subjetivos personalistas, no señor, no puedo... pero sí quiero contarles que esta semana llegó un hombre imponente aquejado de paraplejia sentado en su sillita de ruedas. Iba pertrechado con sombrero de ala, abrigo de buen paño, bufanda de marca y guantes de piel auténtica. Cada mirada un esfuerzo y una ausencia total de expresión en su cuerpo desmadejado, roto como un saco de harina que pierde por un escape. La silla la empujaba su enfermero privado, un hombre de bigote prominente y ternura infinita... a su paso se podía sentir polvo de estrellas que abraza y calma... una persona de esas que sin saber por qué quieres abrazar y pides que te abrace. Al Don le sentaron en el sillón para el examen dental y le pusieron una almohadita de avión para procurar su máxima comodidad, y la almohadita resbaló, pero antes de que tocara el suelo el enfermero ya la tenía en sus manos. Acomodaba, besaba, atusaba y atendía cerquita al oído al Don, sin importarle el entorno, sin darle cuenta a la vida y contradiciendo a la universalidad estúpida de que los hombres tienen que ser machos no más y dar de taparazos con el puño sobre la mesa para probar su masculinidad. El Don, manso y demadejado, mirando con mil cosas que decir pero sin abrir la boca, se dejaba hacer sin resistencia alguna.

Luego supe y me dijeron que el Don, antes de que los huesos se le deshicieran y los músculos se le amotinaran, era alguien que manejaba su vida, la de su familia y la de sus empleados con una furia y una maldad extrema, alguien que emulaba a Atila... porque por donde él pasaba no volvía a crecer la hierba. Hoy su corcel es su condena, porque Dios no se queda con nada de nadie, pero en su infinita benevolencia le ha enviado a alguien que lo mima sin juzgarle. Es afortunado.

Y digo... que la vida todo lo pone en su sitio. Quien quiera que lo escuche y quien no, que siga haciendo de su capa un sayo, escupiendo maledicencias y arremetiendo contra quien no debe ni merece. Y añado... uno, antes de venir a sacar la mierda de debajo de la cama ajena ha de barrer y pasar un trapito por la propia, es lo que se recomienda para tener una vida mentalmente sana, que no cuesta tanto.

Hoy les cuento esto, no me da tiempo a más, que llega un amigo de MiBen de Granada y ya tenemos que salir corriendo hacia Atocha para recibirle con trompetas y clarines, pero más tardecito les cuento que mi compañera Laurita Dinamita tuvo una revelación el viernes en el Metro, cuando venía de camino a la clínica... Y es que, queridos todos, las cosas siempre pasan por algo, todo en esta vida tiene un por qué. ¿Verdad?.

Además... también tengo que contarles que mi amiga Yoly se marcha a vivir a Chile y yo tengo los adentros alborotados porque se me volvió a despertar el Willy Fog que me posee... qué tortura.

Ya me retiro. Besos... estupendos seres humanos.

4 Comments:

At 28 enero, 2007 18:52, Blogger Pilar Ramos said...

Uhhhhh, ya tenia ganas de leer un nuevo comentario tuyo. Me encantan y los disfruto mucho. Besos.

 
At 28 enero, 2007 19:33, Blogger JENNY said...

Mi mama siempre me decía : Nada queda impune entre el cielo y la tierra. El cielo o el infierno lo vives mientras vives, depede de cómo obres.. Pero como dices, hay un poco de misericordia, dentro de lo malo, ha sido afortunado.

Disfruta la visita y sigue en esa línea, no darle más importancia a las cosas que no la merecen!

Un abrazote!

 
At 30 enero, 2007 20:24, Blogger Câline said...

Yo también pienso eso de que todo el mal que se hace tiene su castigo, pero también existen las segundas oportunidades.
Qué gusto haber visto a un ángel caminando por la Tierra.
Un beso.

 
At 31 enero, 2007 13:27, Blogger Jackie said...

Cada vez que te leo, prima, te siento furiosa por algo que no sé. Detrás de cada post hay un tornado de sentimientos que quisiera entender. Te mando todo mi amor (bueno, no todo porque no cabe en este cuadrito). Muchos besos para ti y para Ben.

 

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