28 noviembre, 2006

UN DÍA TRAS OTRO

Los acontecimientos se siguen sucendiendo sin que apenas me de cuenta, aunque de vez en cuando advierto que esos adjetivos que me he ido ganando (huracán, terremoto y otras lindezas) tienen su por qué. Intento que cada día, al acostarme, el agotamiento que siento tenga papelitos amarillos que destacan cada uno de sus momentos... porque me espanta la idea de vegetar... y así, antes de cerrar los ojos porque ya no puedo tenerlos más abiertos, me pesan lo indecible, repaso un ciento de imágenes que tienen su seña de identidad propia y que han ocurrido en el breve lapso de 18 horas... más o menos. Me gusta.

Hoy mi "hermanita" (ella sabe) me ha dicho que quizás esté estresada de pura felicidad y yo le he dicho que viva el stress, porque a veces yo también me siento así. Los años, las responsabilidades (aunque sigo siendo tremendamente irresponsable en cuanto a lo socialmente establecido y pautado como normal... y me temo que moriré así), los traspiés y la necesidad de equilibro le vuelven a una un poco menos espontánea y volcánica... pero insisto, aun así no hay quien me dome, y la cosa tiene toda la pinta de no variar en los próximos doscientos años... me temo... ¡Juas!.

En mi anterior post gritaba porque no encontraba aquello que busco... en realidad no busco nada, o a lo mejor lo que busco es no sentir añoranza de mis treinta (ya casi me precipito en los cuarenta) y veintimuchos... o que la nueva piel a veces me viene algo estrecha, y necesito removerla para acomodarla a la realidad que tengo y que me encanta. Estoy en período de adaptación... dice Mavi, que es la madre de mi "hermanita" y una de las personas más importantes de mi vida actual... y eso siempre es difícil. Lo admito... pero no me quejo, mi anterior post no era un lamento, si no un pensar en alto y ya está... Me gusta la vida que tengo y no la cambio (tampoco me serviría de mucho querer cambiarla, porque esto es lo que hay y no hay más... ¡juas!). Llegará el día en que deje de buscar los destellos de mi sombra y pueda mirar las puntas de mis pies apuntando hacia delante... ahora estoy en ese tránsito e igualmente lo disfruto.

Besos... estupendos seres humanos.

P.S. La foto es la Casita del Príncipe, en el parque del Retiro en Madrid... es del año pasado, y la foto es mía.

1 Comments:

At 29 noviembre, 2006 23:07, Blogger JENNY said...

Twee estás en proceso de adaptación aún.. es que leo todo lo que ha sido tu vida en este último año.. y estoy cansadísima de imaginar tanto cambio y tanta mudanza de un lado para otro!! Pero como dices, es lo que hay! Gracias a Dios que todo ha sido para bien!!

Sigue en la búsqueda, pero bien!!!

PD. Menuda casita la del príncipe, me da una pena... pero realmente vive ahí?? O es pura pinta y vive con sus padres en la Zarzuela?? Vamos puro cotilleo y curiosidad...

 

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