11 DE MARZO DE 2004

Imposible de olvidar, imposible de perdonar.
Que los que tengan que pagar, paguen... que los que se siguen escondiendo y siguen pretendiendo confundirnos sepan que la mentira tiene las patas muy cortas y, al final, todo se termina sabiendo.
Imposible olvidar, imposible perdonar.

Besos, estupendos seres humanos.


P.S. Estas fotos las tomé a mediados de mayo de 2004, no tuve fuerzas para ir antes a la estación de Atocha... y una vez allí sentía que me partía en dos, más aun, hasta el día de hoy y mientras viva habrá imágenes de aquel maldito 11 de marzo que recordaré siempre... Y al día siguiente, el 12 de marzo bien tempranito, me subí en un tren en aquella misma estación con destino a Valencia, donde participé en la masiva manifestación contra el terrorismo. Lloré en Valencia, lloré en Atocha y sigo llorando hoy...