30 enero, 2007

'DITA SEA

Definitivamente el Diablo no se viste de Prada, se viste con ropa elástica ceñida que le cae como a un Cristo dos pistolas (que diría mi madre). Mala, mala y remala... que la vida te recompense con todito lo que mereces. ¿Será posible que exista alguien tan malo sobre la faz de la tierra?. M'asusta, y no es broma, pero hoy me he enfrentado a ella (porque más injusta y mala no se puede ser) y me suelta... "déjelo usted estar y no me caliente". Lo que yo digo, cuando razones faltan se impone el caciquismo, porque no hay otra... contra la inteligencia (yo), el abuso (ella). Y no digo más que luego Doña Madre me regaña, porque dice que estas cosas no las tengo que escribir aquí, pero ella verá porque si no lo hago reviento y le pongo la casa perdida de vísceras, que yo tengo muchas. Ea, me voy a dormir. Es mala.

Besos... estupendos seres humanos.

P.S. La foto es de National Geographic. Que me perdonen los señores del National por este abuso, pero he salido a la calle con la cámara en ristre y oye, ni una jodía serpiente en todo el perímetro del hogar de mi progenitora... ¡¡¡habrase visto!!!... y yo necesitaba la foto de una serpiente de las malas, remalas... qué le vamos a hacer... hoy por ti y mañana por mi, ¿o no?. Pues eso, ea.

28 enero, 2007

DE NUEVO POR AQUÍ

Hoy es domingo y esta semana he pensado más de una vez en acercarme por estos lados para contar alguna bobería, pero como siempre el tiempo juega en mi contra, con jornadas de 12 horas poco se puede hacer salvo trabajar... el resto, arrastrarse en un interminable camino hacia la cama y desmayarse en cuanto la oreja siente el bendito tacto de la almohada. 'Dita sea.

Sin embargo han pasado unas cuantas cosas dignas de reseñar, alguna me la callo porque no procede y porque me he propuesto que quien lo protagoniza termine siendo como un grano de arroz en un sembradío vietnamita, o sea, NADIE. En fin, a lo que vamos. Como ya os dije trabajo en una clínica dental de lujo, de esas por la que desfilan los rostros famosos, poderosos y conocidos... hay de todo. No voy a hacer juicios subjetivos personalistas, no señor, no puedo... pero sí quiero contarles que esta semana llegó un hombre imponente aquejado de paraplejia sentado en su sillita de ruedas. Iba pertrechado con sombrero de ala, abrigo de buen paño, bufanda de marca y guantes de piel auténtica. Cada mirada un esfuerzo y una ausencia total de expresión en su cuerpo desmadejado, roto como un saco de harina que pierde por un escape. La silla la empujaba su enfermero privado, un hombre de bigote prominente y ternura infinita... a su paso se podía sentir polvo de estrellas que abraza y calma... una persona de esas que sin saber por qué quieres abrazar y pides que te abrace. Al Don le sentaron en el sillón para el examen dental y le pusieron una almohadita de avión para procurar su máxima comodidad, y la almohadita resbaló, pero antes de que tocara el suelo el enfermero ya la tenía en sus manos. Acomodaba, besaba, atusaba y atendía cerquita al oído al Don, sin importarle el entorno, sin darle cuenta a la vida y contradiciendo a la universalidad estúpida de que los hombres tienen que ser machos no más y dar de taparazos con el puño sobre la mesa para probar su masculinidad. El Don, manso y demadejado, mirando con mil cosas que decir pero sin abrir la boca, se dejaba hacer sin resistencia alguna.

Luego supe y me dijeron que el Don, antes de que los huesos se le deshicieran y los músculos se le amotinaran, era alguien que manejaba su vida, la de su familia y la de sus empleados con una furia y una maldad extrema, alguien que emulaba a Atila... porque por donde él pasaba no volvía a crecer la hierba. Hoy su corcel es su condena, porque Dios no se queda con nada de nadie, pero en su infinita benevolencia le ha enviado a alguien que lo mima sin juzgarle. Es afortunado.

Y digo... que la vida todo lo pone en su sitio. Quien quiera que lo escuche y quien no, que siga haciendo de su capa un sayo, escupiendo maledicencias y arremetiendo contra quien no debe ni merece. Y añado... uno, antes de venir a sacar la mierda de debajo de la cama ajena ha de barrer y pasar un trapito por la propia, es lo que se recomienda para tener una vida mentalmente sana, que no cuesta tanto.

Hoy les cuento esto, no me da tiempo a más, que llega un amigo de MiBen de Granada y ya tenemos que salir corriendo hacia Atocha para recibirle con trompetas y clarines, pero más tardecito les cuento que mi compañera Laurita Dinamita tuvo una revelación el viernes en el Metro, cuando venía de camino a la clínica... Y es que, queridos todos, las cosas siempre pasan por algo, todo en esta vida tiene un por qué. ¿Verdad?.

Además... también tengo que contarles que mi amiga Yoly se marcha a vivir a Chile y yo tengo los adentros alborotados porque se me volvió a despertar el Willy Fog que me posee... qué tortura.

Ya me retiro. Besos... estupendos seres humanos.

14 enero, 2007

REFLEXIÓN

La foto es mía y la tortilla también

Esta Navidad no ha sido fácil, no señor... yo quise ver que sería una de las mejores por tener a MiBen cerca, pero ni eso pudo con la tormenta mala que se desató y que no creo que amaine en una buena temporada, pero dejémoslo ahí.

Tengo casi un mes fuera de la blogosfera y juro que me cuesta acercarme. El pasado día 12 cumplí un año por estos predios y ni me molesté en celebrarlo, porque juro que entre unos y otros me tienen sin energía, descompuesta y con la cabeza repartida en mil sitios a la vez. No son sólo coyunturas familiares, pendejadas burocráticas imposibles de entender, malas fortunas o traspiés... no señor... ¿Han visto la película "The Devil Wears Prada" (El Diablo se viste de Prada)?, bueno, pues esa señora es una monjita de la caridad al lado de mi jefa... la persona más mala que he conocido en mi vida, y les juro que ya una vez viví con el mismo diablo, pero esta Hulk en femenino le supera con creces. La odio y la detesto, y tengo en mente iniciar un blog clandestino donde desahogarme de cara al mundo, que será mi triste y campuruza venganza...

Siempre he dicho, y mantengo, que hasta de las peores situaciones se sacan enseñanzas positivas, y en esta ocasión no va a ser menos. De la Navidad he concluido que mi madre, Doña Madre, es uno de mis tesoros más valiosos en la vida, merecedora de muchos esfuerzos y gran mujer, como no hay muchas (aunque todo esto ya lo sabía, pero que las circunstancias te refresquen la memoria siempre es de agradecer). También he sacado en conclusión que me casé con el hombre que Dios y el destino me tenían reservado, que nuestro amor se ha multiplicado por mil y fortalecido por un millón, y que vamos de camino juntitos hacia el futuro. Por otro lado, y gracias al trabajo, he reafirmado mis principios y me he dado cuenta de haber madurado más, es decir, que ya entré en la madurez... y me gusta. No digo más. Y para terminar, que no pienso aguantar ni una gilipoyez más en mi vida, no señor, porque habiendo alcanzado la madurez y siendo dueña de mi destino, dejaré que me jodan (con perdón) lo justo... y con esto concluyo.

Querid@s tod@s, sé que todo lo que acabo de contar os puede interesar tanto como la reproducción del camarón en estado salvaje... pero como es un rincón libre en esta inmensidad del ciberespacio, nadie tiene que quedarse ni llegar hasta el final, pero yo necesitaba desahogarme... lo lamento.

Tengo pendientes mil mails para mis amigos y familia, que nunca termino de escribir porque el tiempo no me alcanza y me faltan energías. Tapita, te extraño. DAVID, perdóname que tengo dos meses para contestar a tu último correo, te pienso todo el tiempo y te extraño, juro que haré un esfuerzo para sentarme a escribirte. Juan Carlos y Carmen... qué les digo, que quiero que vuele el tiempo y poder abrazarles de nuevo, extraño a NUESTRA FAMILIA. A MiBen no se lo digo seguido, pero extraño San Juan, sueño a veces con los muelles y las noches de estrellas, el sofoco del calor húmedo y las largas esperas a la guagua... todo, absolutamente todo, con la distancia y el tiempo logra vestirse con un velo de magnitud y excelencia que consigue hacer que el corazón se ponga chiquito...

En fin, todo eso... y ahora, estupendos seres humanos, me voy a comer un pedazo de tortilla de papas que acabo de hacer a fuego lento. Mil besos.

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