30 marzo, 2006

CASI QUE YA...


Foto sacada de aquí

Sigo sin encontrar la tiendita donde reparten el sosiego... tengo dos días buscándola por todos los rincones por los que paso, pero no hay rastro... de ninguna forma... y no es sólo eso, si no que cuanto más la busco, más se me revolucionan los adentros.

Ayer hablé con Mi Ben por un largo rato... tenía una conversación atropellada y me saltaba de un tema a otro, todos absolutamente mundanos, mientras confesaba que se movía sin parar en su puesto de trabajo... y yo le preguntaba... ¿estás nervioso?... y él confesaba que mucho... Y Mi Ben me preguntaba si yo estaba atutá, y le decía que no pero que tenía, y tengo, una procesión de mariposas amazónicas revoloteándome de los pies a la cabeza, por la impaciencia por tenerle a dos milímetros de mi nariz... Nada más pisar San Juan iremos a la catedral de la ciudad, a darle gracias a Dios por esto que nos pasa y de alguna forma bendecir lo que nos traemos entre manos... y es que Mi Ben, en el otro lado del mundo, descansa en la misma incredulidad que lo hago yo de este lado, porque lo que nació como un entretenimiento se ha ido convirtiendo en un proyecto de vida...

Sé que es difícil entender esta historia, sé que cuando no se viste uno con la piel de Mi Ben o con la mía, las preguntas se disparan hasta el infinito, y aunque todos queréis transmitirme que estáis tranquilos y expectantes, ninguno podéis disimular en el timbre de la voz el miedo que os arropa y los temores que tenéis sentados al lado... Quizás sea esa temeridad innata que me acompaña desde chiquita, esa que me impide ver un precipio como tal y lo pinta de montaña rusa divertida, esa que no ve el vaso vacío jamás si no medio lleno, esa que se mueve en la infinita gama de grises y no tarda en convertirse en arco iris porque me niego a verlo negro... O quizás sea que para sentir lo que Mi Ben y yo sentimos, hay que caminar con nuestros zapatos. Nadie tiene la garantía de éxito para un proyecto de vida, da igual si al otro lo conoces en la Puerta del Sol y te citas en la Plaza de Olavide... No sé si sirva, sé que no, porque hasta que no pise el otro lado del mundo y grite por el ciberespacio el resultado, ninguno va a descansar tranquilo... pero quizás os sirva si os digo que tengo el espíritu en calma aunque mi cuerpo tiemble con los nervios. Tengo la sensación de caminar por un sendero que ya conozco, e ir a encontrarme con alguien con el que siento haber comido ya un millón de veces... No me da susto, voy con el hambre de un bebé en su primer día de guardería y dentro de mi, sentadas a una mesa grande, están todas las probabilidades que podáis imaginar... todas jugando su partida de cartas.

La mayoría sabéis lo que he vivido... la mayoría habéis oído hablar de ese monstruo que me robó tantas cosas, la mayoría conocéis que tenía el corazón cerrado a cal y canto porque antes que volver a sentir prefería pasar por esta vida como una estatua de granito en medio de una plaza enorme... donde todos la miran pero está prohibido tocarla. Y entonces, sin saber como, por una rendijita se coló esta maravilla de hombre que, según parece, es quien llevaba en su bolsillo el zapato de baile que perdí hace mucho tiempo... Mi Ben.

Apenas me quedan 24 horas para despegar de mi vida cotidiana, para que las cosas irremediablemente cambien y tomen un rumbo sin duda diferente... Y en ese largo vuelo de ocho horas me va a dar tiempo a pensar en todos y en todo, mientras coso unos pedazos de tela de colores, comenzando con algo que no sé qué forma tendrá al final... Sea cual sea el capítulo de mi vida que se abre, sé que será de esos que te marcan para siempre, y con la serenidad de espíritu que me baña por dentro, con ese empeño mío en encontrar a todo la parte amable, sé que terminará siendo hermoso... ojalá que desde el principio.

Me voy a San Juan de Puerto Rico... una ciudad bañada en colores y en ritmos alegres... voy a descubrir el Nuevo Mundo, nunca mejor dicho... voy a encontrarme con un hombre pegado a una sonrisa mágica, Mi Ben... Gracias a todos por venir en mi equipaje, es importante. Nos hablamos en unos días...

1...

Besos... estupendos seres humanos...

29 marzo, 2006

AINSSSSSSSSSSSSSSS

Llevo todo el día intentando sacar unos minutos para escribir algo coherente, pero me resulta imposible. Son las 11:12 minutos de la noche del miércoles y todavía me quedan cosas por hacer, correos por contestar, ropa por planchar, cosas que acomodar (gracias a Dios ya tengo la maleta llena) y sé de sobra que hay otro montón que se me olvidan...

Así pues, no me puedo detener... Sólo quería pasar un momentín porque es de ley AGRADECEROS A TODAS vuestro apoyo y cariño. En las últimas 48 horas han sido muchas las llamadas y los mensajes recibidos, bien al correo privado o bien aquí... y todos ellos en la misma tónica de cariño, apoyo y amor. Me siento muy afortunada por verme rodeada de tanta energía positiva y sincera, soy realmente rica por contar con tantos afectos hermosos y me siento muy acompañada.

Mañana intentaré detenerme un rato y escribir el último post antes de cruzar el Charco... Así que hoy os pido disculpas y un poquito de paciencia. Lo lamento, he de continuar con otro pocotón de duties que me esperan por los cuatro rincones de esta casa... es tremendo... ya se me había olvidado lo que era viajar de verdad, y aunque asusta ¡¡¡es estupendo!!!.

2... 1...

Prometo que mañana cumplo.

Besos... estupendos seres humanos...

28 marzo, 2006

¿ES AQUÍ DONDE REPARTEN SOSIEGO?

Foto de Ted Richardson de un estupendo reportaje gráfico sobre Cuba...

No es que esté acostumbrada a ser una persona tranquila, creo que jamás lo he sido... pero siempre he sido equilibrada, aunque al leer esto más de uno o una se ría a carcajada limpia... y cuando pierdo ese divino equilibrio, es cuando a mi se me desmandan los adentros y empiezo con esa vorágine que contagia a todo bicho viviente.

Lo admito, estoy desquiciada... paso de la risa al llanto con una facilidad pasmosa, de la tranquilidad al acelere con más velocidad que el R25 de Fernando Alonso (a quien, por cierto, no sigo... lo lamento, ruego me disculpe), de la euforia al "estado seta" en milésimas de segundo... eso sí, todo con una intensidad que haría estremecer al sismógrafo más rudimentario y arcaico. Y todo ello, sea cual sea el momento el que me encuentre, envuelto en una sensibilidad extrema, que estoy más tierna que el Día de la Madre... es tremendo.

Ayer me pasó algo muy curioso. Yo jamás me identifico con los famosos, son una especie a la que no suelo tener en cuenta salvo por sus carreras artísticas, no soy mitómana, y si se acuestan o se levantan de ésta o aquella manera, si se ponen una cosa u otra o si se divorcian mil veces, me importan menos que nada... sus catástrofes vitales me conmueven desde el punto de vista humanitario, pero las suelo ver con la misma frialdad que ya todos contemplamos el telediario de las 3 mientras engullimos un buen plato de lentejas... porque de tan manida que está la tremendura, tan sobada en la caja tonta, ya nos parece algo "normal" (lo que no deja de producirme un espanto desmesurado). Y decía yo esto porque el domingo Mi Ben me dió el pésame por la muerte de Rocío Durcal, a lo que le contesté que gracias pero que no tenía el placer de haber comido ni una sola vez con tan estupendo ser humano... Mi Ben a veces se queda un poco perplejo con mis respuestas, porque se me va la pinza y suelto unas lindezas que en este choque de culturas, en ocasiones, no son entendidas... lo reconozco... y porque aquello de al pan pan y al vino vino lo llevo a rajatabla y, como dice Mi Ben, la mayoría de las veces eso me encanta pero otras me espanta, y para decir me espanta da mil vueltas para no ofenderme lo más mínimo, porque Mi Ben es un compendio enciclopédico del saber estar, la mesura y la urbanidad... lo juro... tengo bastante que aprender de él.

Bueno, a lo que iba... el domingo le contesto eso a Mi Ben y el lunes, cuando llego de la oficina, enchufo la tele, me sirvo las lentejas (que de verdad que tenía lentejas, gracias Doña Madre, que Dios te bendiga esas manos para hacer lentejas vegetarianas... estupendas, únicas) y de repente, por descuido, me encuentro con un primer plano de la cara de Junior, viudo de Rocío Durcal... Aquello fue como si una cuchilla imperceptible me hubiera recorrido desde la cabeza a los pies abriéndome la vida en dos mitades, con una precisión de cirujano... vi en la cara de aquel hombre la infinita tristeza, la soledad más absoluta, las eternas preguntas de "¿y ahora qué va a ser de mi? ¿qué voy a hacer yo sin tí? ¿dónde estás? ¿por qué te has ido?" y en un nanosegundo aquella cara ajena me llevó al recuerdo de la cara de mi madre, casi 31 años atrás... una cara que no veía en el telediario, ni en un programa del corazón, ni en una revista de las vísceras... una cara que por años me cruzaba en el salón, en el baño, en la cocina y era la misma que veía en Junior... Lloré primero por la infinita pena de un hombre que no conozco de nada, luego por la soledad de mi mamá y porque sigo extrañando a mi padre como si hubiera dejado de verlo ayer, después porque por primera vez concebí la posibilidad de no tener a Mi Ben y un frío espantoso me recorrió entera, después lloré porque mi jefe es un capullo que me las hizo pasar putas ayer sin motivo, luego lloré porque las lentejas se me habían quedado frías, más tarde lloré porque notaba que al llorar se me aliviaba un poco el nudo del estómago y terminé siendo consecuente y volví a llorar por esa pena infinita del bueno de Junior...

Hoy quizás recorra la ciudad buscando la cola donde repartan sosiego, igual que hay una cola para el pan, el pescado, la fruta o la gasolina, tiene que haber en algun aparte una donde repartan el sosiego... donde uno se ponga y espere, y cuando le toque el turno, te dejen descargar tensiones y te ayuden a aliviar el nudo en la garganta, el peso del pecho, la arritmia del corazón, el dolor de cabeza... el caminar lento... ese cansancio que no se va. Aunque sé, de sobra lo sé, que sólo encontraré mi puesto en esa fila de sosiego para dos personas cuando el viernes, a eso de las diez de la noche (las cuatro de la tarde en Puerto Rico), pueda abrazarme a Mi Ben y sentir... de una vez sentir con la piel... y dejarme reposar de una buena vez, lo sé.

3... 2... 1...

Besos... estupendos seres humanos...

27 marzo, 2006

MÁS CERCA...

"Toothbrush Glass Sculpture" - By Frankie Jones

4... 3... 2... 1...

25 marzo, 2006

LA MALETA

Por fin me he decidido a meter mi mundo en la maleta... me ha costado lo mío, pensar y repensar, hacer listas mentales de las que me olvidaba en dos minutos, acordarme de esto o aquello que ya ni sé... pero no terminaba de asir la maleta y sacarla de su escondite en el último rincón del descomunal armario de Doña Madre...

En la foto apenas aparecen cuatro cosas... acabo de tender una lavadora y tengo otra puesta, luego planchar, acomodar y disponer... Es la parte que menos me gusta de estos menesteres, y hace tanto tiempo que no hago una maleta de las de verdad, que no sé si recordaré todos los trucos que fui aprendiendo de mi tía Carmen... experta donde las haya en este noble arte de aprovechar espacios mínimos para acomodar una casa entera... Yo creo que algo tiene que ver con David Copperfield, pero jamás le he preguntado... en serio.

Me voy por un mes, que no es cualquier cosa... pero tampoco me voy a llevar tanto. Con alegría y regocijo he descubierto esta mañana que mi cuerpo ha encogido el nada desdeñable volúmen de tres tallas desde el verano pasado... con lo que hay bastantes cosas que no puedo ponerme, por el simple hecho de que me pierdo dentro y parezco un fantasma... la excusa perfecta para agarrar a Mi Ben de una mano y explorar con la otra el superlativo mundo consumista de Borinquen, Puerto Rico, la Isla del Encanto... Asaltar grandes superficies y disfrutar en Marshalls, pongamos como ejemplo, nadando entre ofertas siempre disponibles... Recuerdo mis tiempos en Washington DC y el placer inmenso de ir a Pentangon City a sobar prendas... sobre todo a Victoria's Secret... pero esa es otra historia y estamos en horario infantil, ¿verdad?.

Hacer una maleta de verdad de nuevo me ha descubierto algunas cosas... como mirarme en un espejo y sentirme más conforme con mi imagen que ayer... darme cuenta de la cantidad de estupideces que consideramos imprescindibles en el día a día... redescubrir prendas que me traen recuerdos de otros momentos bonitos de mi vida (es curioso cómo un simple jersey puede transportarte a una década antes... mmmmm) y... sobre todo... tener la firme convicción de que no partiré sin algunas fotos enmarcadas que siempre están en mi habitación: Doña Madre, mi sobrino Ignacio y mis Migas de Patch... porque esas tres pasarán el mes conmigo en un lugar bien visible.

Hacer una maleta es repasar las mil y una, sentarse por un momento y perderse tranquila por los vericuetos de los recuerdos, aceptar que ya son treinta y ocho años acumulando cuentos para contar a los que vendrán... y, de repente, saltar al futuro y atravesar lindes para descubrir nuevos campos... Hacer una maleta de verdad es pasear por los lugares más recónditos de uno mismo y si después de eso sonríes, es que hay energía pa' seguir quemando, hay ganas de seguir saltando cercados e ímpetu pa' comerse la vida a bocados... me siento al lado de mi maleta y se me eriza la piel, me brillan los ojos, se me arquean los labios...

6... 5... 4... 3...

Besos... estupendos seres humanos.

24 marzo, 2006

EL ARTE DE SER TURISTA... O NO SERLO... DIGO

Bahía Bioluminiscente de Puerto Mosquito - Isla de Vieques - Puerto Rico
(Foto obtenida del site www.islavieques.com )

Para ser sincera he de decir que no soy una turista al uso y durante años me sentí algo mortificada por este punto, ya que el noble arte de turistear lo aprendí sin notificaciones previas y no sabía demasiado bien cómo se comporta semejante especímen en el que me estaba convirtiendo. Observando a unos y otros interpreté que el turista de pro es aquel que camina a una velocidad endiablada, visitando cuantos más lugares mejor y anotando en una libreta detalles en clave para recordar con exactitud por dónde pasó... se zampa estampas de iglesias, calles, museos, rincones, avenidas, galerías de arte, parques de diversiones, montañas, valles, llanos y bahías a una velocidad de cuarenta o cincuenta por día y al terminar las vacaciones admite, sin remedio, que necesita vacaciones para descansar de las vacaciones, mientras la borrachera de imágenes lucha por organizarse en el cerebro en una secuencia más o menos lógica.

Sinceramente... admiro al turista convencional, juro que lo admiro desde lo más profundo de mi ser y si por mi fuera, levantaría un monumento como lo tiene el soldado caído o cualquiera de nuestros reyes. Y como digo, esto al principio me tenía mortificada, porque yo salía a turistear pero no sentía ese impulso desmedido de abarcarlo todo... y pensaba, ¿será que no sé ejercer el noble arte del guiri (extranjero de vacaciones en país ajeno)?. Juro que me tenía compungida.

Recuerdo cuando vivía en East Falls Church (West Virginia), un pueblito americano muy cerquita del Pentágono, y un fin de semana decidimos acercarnos a New York... nos acercamos en autobús (cuatro horas desde Washington, DC), nos quedamos en un hotel céntrico de Manhattan y a mis compañeras se les desató la fiebre guiri a millón... empezaron a hablar de museos, galerías, rincones y alturas... y yo sentí que el mundo empezaba a girar a mi alrededor a una velocidad de vértigo, porque la visita no llegaba a 60 horas y los planes necesitaban dos semanas... Lograron meterme a ver la Colección Fitz (una maravilla), enfilamos la Quinta Avenida y llegamos al Guggenheim (o como se escriba)... y allí dije que no, que no entraba, que yo las esperaba en la puerta y no tuvieran prisa... Disfruté como una loca, sentada en el murito blanco de la entrada, observando la fauna humana de esta singular ciudad: los policías de las películas, el vendedor de pretzels y perros calientes, el ciclista de los cien mil pins, el paseador de perros, el predicador chalao, el iluminado loco, algún famoso... era como si las películas que vemos a diario en la TV sin prestar demasiada atención estuviera sucediendo delante de mis narices, y sólo tenía que estirar el brazo para tocarla.

Esa es mi forma de hacer turismo. He intentado ser una turista normal y desquiciada, lo juro por lo que más quiero en este mundo, pero no lo he conseguido... no siento una necesidad desmedida de visitar iglesias, catedrales, museos, galerías y monumentos... es más, el arte me emborracha en cuanto llevo cuatro cuadros seguidos. Antes me mortificaba admitirlo, hoy lo he asumido... a Dios gracias. He conseguido entender que soy una turista de sensaciones, me gusta caminar entre la gente y fundirme con el medio, tomarme una cerveza en una terraza mientras espío conversaciones ajenas, comprar en el supermercado, ir al cine, colarme en las universidades... No me importa que el tiempo pase y quizás no vuelva al sitio donde estoy, la premura no me deja sin aliento y no me importa pasar por un sitio sin haber visto sus principales atracciones...

Mi prima Jacqueline me dijo el otro día que mi sobrina Marianne, su hija mayor, había hecho un trabajo escolar tiempo atrás referente a la Laguna Bioluminiscente de La Parguera, en Lajas (Puerto Rico) y aquello me puso en alerta todos los sentidos, porque ese tipo de cosas son mis museos y galerías particulares. ¡¡¡Gracias por el descubrimiento, Marianne y Jackie!!!. Me he puesto a buscar información en internet y he visto que no sólo existe ese lago allí, si no que en la bella isla de Vieques, también en Puerto Rico, tienen otra bahía bioluminiscente en la zona de Puerto Mosquito, y como Mi Ben y yo iremos a pasar un fin de semana allí... no pienso perdérmelo... mmmmmmmmmmmmmmm... jamás en mi vida pensé que pudiera existir semejante espectáculo. Es un fenómeno causado por la iridiscencia en sus aguas de una alta concentración de dinoflagelados... ¡ahí es na'!

Así pues, Puerto Mosquito me ofrecerá una de esas raras ocasiones en mi vida en las que puedo comportarme como una turista profesional y no como un caminante despistado... Seguramente jamás pueda contarte cómo son las vidrieras de tal o cual catedral, o los peldaños de la iglesia del Sagrado Corazón de París, o la Plaza de la Revolución de La Habana... pero pregúntame cómo huele Venezuela cuando un sopapo de humedad te recibe en La Guaira, o los pliegues de piel del negrito que ofrece chipi chipi en la playa, la mirada triste de las putas latinas del barrio rojo de Amsterdam, el olor ácido del vino malo austriaco, el mirar desconfiado de los luxemburgueses... y así podría decirte las mil y una...

Y cuando salga de Puerto Mosquito seguramente no sea un cúmulo de datos referentes a la bioluminiscencia, ni mucho menos, pero pregúntame por las pupilas de Mi Ben, la brisa de la noche cerrada o la mirada centenaria de cualquier tortuga que pueda cruzarme en la playa...

7... 6... 5... 4...

Besos... estupendos seres humanos.

23 marzo, 2006

¿PERMANENTE?

Algo está cambiando... ayer ETA anunció un alto el fuego permanente para su modus vivendi de terror y barbarie, y España y el mundo estallamos en una suerte de júbilo contenido que me resultó extraño... no extraño por lo que era, que yo soy la primera (escéptica) en esbozar una sonrisa... si no extraño porque es patético que en pleno siglo XXI sigamos viviendo así. ETA nació en 1959, justo cuando Fidel se descolgó de Sierra Mestra y marcó un futuro de mierda pa' Cuba, y casi 50 años después seguimos con esa espada de Damocles sobre nuestras cabezas... ¿celebrarán con algarabía y globos de colores su medio siglo de vida?... veremos.

Me preocupa todo lo que no sabemos, el mundo de concesiones y pasos atrás que se hayan tenido que dar para llegar a este punto, pero me alegro que por fin estos malnacidos se relajen y dejen de apuntar a mi nuca, porque yo soy cualquiera de los que quieran matar, y tú y el otro, todos lo somos. No me creo las disputas parlamentarias, ni los dardos envenenados que se lanzan unos a otros, porque todos los gobiernos de la democracia de este país han tenido que bajarse los pantalones frente a los encapuchados... lo reconozcan o no, eso jamás lo sabremos porque son informaciones que españolitos de a pie como nosotros jamás manejaremos... como la realidad auténtica de nuestro país.

Me espantó ver que el encapuchado que hablaba en el comunicado es una mujer... nunca he entendido cómo un vientre femenino puede dar la orden de matar a mi hijo para que el tuyo viva, no puedo, me retuerzo de dolor y pierdo los tiempos. En el noticiero de Tele5 pude verle la cara sin capucha, y no tiene expresión, mira con odio a su alrededor, los ojos helados y el rictus en los labios de hiena con hambre atrasada... esa mujer tiene que tener el vientre seco, porque por sus venas corre hiel y para amamantar un hijo hay que ser mamá antes de tiempo, no odio convertido en carne. Me asusta su cara, me asusta ver su disfraz de ser humano, me asusta que camine y esté viva...

No sé qué precio tendrá todo esto, lo ignoro... Me asusta pensar en las concesiones, en el cruce de informes, en las mesas de negociaciones en rincones remotos de cuyo contenido jamás tendremos noticia alguna... me asusta saber que mientras planeo el resto de mi vida junto a Mi Ben a lo mejor ellos están decidiendo que yo reviente en la Gran Vía de Madrid, y ni siquiera saben cómo me llamo.

Ha sido un lapsus... por eso el otro día dije que no me gusta pensar en serio... prefiero escudarme en la banalidad y en las lágrimas de Bárbara Rey que me cuenta Doña Madre y me importan una soberana mierda (con todos mis respetos para la vedette, pero entiende reina, que tú te pilles esos sofocos a mi me la trae al pairo, porque supongo que los míos te afectarían igualmente, que no soy una desalmada, maja, nada de eso)... Voy a olvidarme por un rato de la realidad de verdad, la de los periódicos, y voy a seguir pensando en estos 8 DÍAS que me separan de Mi Ben, la realidad que toco y me afectará para los restos, la realidad que amo y es amable, hermosa... la que me llena y nutre... Pensar en serio es peligroso cuando no controlas lo que piensas...

8... 7... 6... 5....

Besos... estupendos seres humanos.

22 marzo, 2006

9 DÍAS...

Colores... colores... colores... benditos colores
(Foto del Viejo San Juan... sacada de internet... oooops)

Mentiría si dijera que no estoy nerviosa... A 9 días de mi salida hacia Puerto Rico ya no soy capaz de controlar los nervios con facilidad, recurro al inhalador contra el asma con más frecuencia, no descanso lo que debiera por las noches y me caigo rendida de sueño en cuanto apoyo el culo en el sofá... la vida a veces pasa por delante de mis narices como una película ajena, las sensaciones se intensifican y estoy más tierna que el Día de la Madre... todo me provoca llorar... no me comunico, me he vuelto como para dentro y me cuesta hablar...

¡No! Nada de eso... no estoy triste ni tengo miedo, todo lo contrario, supongo que lo que me ocurre es producto de la ansiedad... como dice Mi Ben... "estoy ansioso"... No me asusta ese encuentro, creo que lo que me tiene así es el montón de decisiones que vendrán detrás si la piel funciona con la misma química que nuestro corazón, porque ya no somos unos niños y el amor maduro acarrea un sinfín de capítulos.

Creo que nunca he estado tan feliz como ahora, ni jamás he sido tan consciente de la felicidad como ahora... porque el amor a casi los cuarenta se convierte en una oportunidad de vida por decisión propia (al menos en mi caso), y a los quince no deja de ser una oportunidad de soñar despierto. Quiero a este hombre por mil motivos diferentes, por mil historias, le quiero por cosas que es difícil entender sin que haya piel... cosas que incluso a ambos nos sorprenden, pero están ahí...

9... 8... 7... 6...

Besos... estupendos seres humanos...

20 marzo, 2006

DOÑA MADRE Y LA T4.... LA TERMINAL 2

(Primera vez que hago un montaje en mi vida... Doña Madre me mata)

Este fin de semana ha sido una especie de maratón hacia ninguna parte... la lista de cosas pendientes sigue creciendo hasta el infinito y la picazón de culo por la imposibilidad de abarcarlo todo me está dejando las nalgas en carne viva. No, que no exagero. Además, hoy es lunes, el jueves Doña Madre se va a Benidorm con su colega Miluca (vaya par, tienen más peligro que un tiroteo en un ascensor), esa especie de Florida española donde en invierno se reúne la universalidad de la tercera edad española y en verano te encuentras a tu vecino del quinto, la de la frutería, la del sex shop y la carnicera... y no exagero... por eso, y por muchas cosas más, no voy ni loca.

En fin.. que me desvío. Hoy es fiesta en Madrid (además de en la Comunidad de Murcia y de Castilla-La Mancha) y han sido tres días que al comenzar juré aprovechar al máximo, y al terminar sé que he aprovechado pero no he hecho un carajo de lo que pretendía. En cuanto a emociones, ha sido un sube y baja de impresión, pero en eso no entro. En fin, que ayer domingo Doña Madre y yo decidimos ir al pueblo a darle un beso a mis tíos Carmen y Jacques, y también a los abuelos... y de regreso, que fue más apresurado de lo esperado porque no había ni un sitio para comer y tuvimos que comer de regreso a Madrid, pues decidimos hacer el simulacro de aproximación a la T4... es decir, la diabólica nueva terminal aérea del aeropuerto de Barajas... Y he de decir a gritos que namierdaaaaaaaaaaa difícil, al menos llegar, porque entrar no entramos. El maldito Ayuntamiento de Madrid se ha empeñado en arruinar a todos los madrileños y a cuanto incauto nacional o foráneo se decida a pisar la nueva terminal. Cuando uno se aproxima a los predios municipales todas las indicaciones te empujan, sin remedio, hacia el peaje que te llevará directo a la terminal... Malditos mamones, deberían imputarles sanciones astronómicas por usura y mala fe... lo juro. Yo no estaba dispuesta a pagar el peaje, ni de coña, y menos después de la sucesión de multas de los últimos tiempos... Así que recé lo que me acodaba, pisé el acelerador y le hice una serie de pedorretas sonoras a las señales que intentaban escupirme una y otra vez sobre el peaje/toll de marras... Enfilé el camino de siempre, la recta que grita las terminales T1, T2 y T3... perseveré en mi empeño, y me dije que lo más que podía pasar era que me tuviera que dar una vueltecita por Nacional... pero no, cuando no parece haber el menor rastro de la T4 en una recta de medio kilómetro... de repente aparece, en todo el frente sobre la testa de una servidora, un cartelón que dirige la T4 a la izquierda y las demás hacia la derecha... aaaaaaaaahhhhhhh... ¿y por qué coño no lo ponen antes?... porque si lo ponen ni Dios se va para el peaje... Putos todos, malditos roedores.

Bueno, pues curva pa'cá curva pa'llá seguimos caminito de la T4. A todas estas yo me empeñaba en que Doña Madre, sentada a mi derecha, distinguiera el recuadrito que decía que ibamos por buen camino, de un tamaño considerable y un fondo blanco en medio de un mar azul que hacía su identificación facilita... lo juro... pero ella, nada, erre que erre, que no lo veo y yo ya histérica... ¡¡¡pero cómo coño no lo vas a ver miraaaaaaaaaaaaaaa!!!... y el dedo presionando el parabrisas del Aygo que lo tengo lleno de huellas... por Dios... Después de la tercera curva y doce señalizaciones hechas a traición, me di cuenta que aquella era una empresa suicida... Mi madre me llevará el día 31 a la T4 porque yo no pago 30 euros a un taxista porque no me da la gana... pero más que nunca me di cuenta de lo perras que podemos llegar a ser las hijas, porque sé que Tom Hanks (La Terminal), al lado de mi madre, se quedará en un aprendiz de extraviado... tengo la conciencia verde oscuro, todavía no ha llegado al negro, pensando que aterrizaré el 1 de mayo muy temprano y encontraré a Doña Madre paseando por la T4, con las zapatillas de estar en casa y la batola de colores étnicos africanos con la que suele pulular por el salón de casa... me espanta verla saludando a unos y otros, con la familiaridad que da un mes de deambular por el mismo sitio, comentando las últimas lágrimas de Bárbara Rey en la Cocina del Infierno... Pero ¡qué leche!... conocer gente nueva es estupendo y un mes en la T4 quizás sea lo que mi madre necesita para saltar al mundo o a la fama... Por eso le digo que se lleve a su amiga Carmen el 31, cuando vaya a llevarme, porque así, al menos, pasa ese mes en la T4 acompañada...

En fin... sea lo que sea... será toda una experiencia... jajajajajaja... Soy una egoista, porque a pesar de la conciencia verde oscuro y lo mucho que adoro a mi madre, yo no pago 30 euros a un taxista, y lo que no voy a consentir es retrasar un segundo el aterrizar en los brazos de Mi Ben... pordiospordios. Lo que sí acepto es que llegando a la entrada de IBERIA en la T4, abra la puerta y me de un empujón, y siga su camino... pero esa es otra historia, le he dicho a mi hermano que si a las 12 de la mañana llama y Doña Madre no está en casa, que empiece a movilizar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, porque nuestra progenitora puede estar camino de Cádiz...

Yo... de momento... voy a seguir probándome ropa del verano pasado que me está enorme... y es un placer... y a esperar esa conversadita diaria con Mi Ben, que tiene los nervios peor que yo... porque ahora, cada vez que hablamos, ya decimos... "te veo la semana que viene"...

Besos... estupendos seres humanos.

17 marzo, 2006

14 DÍAS, DOS SEMANAS JUSTAS

(Muchacha en la Ventana, de Salvador Dalí)
El horizonte es amable, con tonos precisos y preciosos.
Mi piel ya no es de quince, mis pasos tampoco,
pienso... pienso... pienso...
Mi puerto siempre es el mismo... con ese bendito olor a mar...
Divina madurez, divina calma.

SIN CÓDIGO GENÉTICO QUE VALGA (Cap. III)


Esta belleza es mi AMIGA Mirka, una mujer inteligente y brillante, brillantísima más bien, que tiene un corazón increíble y un alma más limpia que una reunión de bebés.

Ella es otra de las personitas queridas de mi familia, esa familia con la que no comparto código genético ni por asomo. Nos conocimos hace años, como cinco, y por casualidad... entré en un foro de Isabel Allende, dejé un mensaje y ella me contestó al privado, pidiendo disculpas por la intromisión y haciendo gala de esa exquisita educación que acompaña a cuanto hace... Desde entonces, compartimos saltitos en la vida, tenemos silencios largos y los reencuentros son tan explosivos como si lleváramo siglos sin vernos...

Mirka tiene un sentido del humor exquisito, vivo, inteligente (ya sé que me repito, pero es que es INTELIGENTE de las de verdad, no de esas personas que lo parecen, ella lo ES), fresco y muy sano. Tiene tiempo para ella, para su esposo (un personaje que merece capítulo aparte y que sólo podría ser su esposo, no le imagino con nadie más), para su casa, sus estudios, la familia, los amigos y para compartir con personas que llegan a este país buscando su oportunidad... como les pasó a ellos dos hace unos años, por suerte, porque con personas como ellos un país gana en riqueza, no me cabe duda.

Mirka hace mil cosas a la vez y todas las hace bien, pero de entre todas ellas me quedo con su capacidad para abrazar con la mirada, con la palabra, con el gesto, con el corazón... tampoco es que salga a la calle cada mañana y se dedique a repartir besos a diestro y siniestro, como enviada divina de una secta besucona de nueva creación, no... es selectiva, como todas las personas inteligentes, y cuando consigues llegar a su conuco emocional, entonces no te vas y entonces sucede lo que trato de explicar... la paz que proyecta y te envuelve, y te contagia, y te deja como queriendo más y que siempre esté ahí.

Hoy almuerzo con mi amiga Mirka y su esposo, Cristo Manuel, un bendito para el que no es fácil encontrar calificativos por que no es nada común encontrarse una persona así, y no es coba, es un tipo de verdad... insisto, merece capítulo aparte. Hoy nos vamos a dar un homenaje criollo con pan de jamón, tequeños, pabellón criollo (plato típico venezolano) y sabe Dios cuántas cosas más, dándole un soberano sopapo a la dieta que venimos soportando todos hace muchos meses... y, sobre todo, compartiendo esos nexos intangibles que hemos ido construyendo en estos cinco años. Y, como no, podré presentarles a Mi Ben, al que tendremos presente a través del Messenger... no podía faltar, claro que no.

Ayer, mientras hacía el pan de jamón que hoy nos comeremos, pensaba en las cosas que tiene la vida, los quiebros que hace, los caminos tan locos que elige para ir añadiendo piezas a esta incógnita de puzzle que somos nosotros mismos... y mirando hacia atrás se me pintó una sonrisa que me oxidó el único pendiente que llevo puesto en la oreja izquierda... Tengo amigos, pero amigos de verdad, repartidos por medio mundo, una familia hermosa, un amor divino (Mi Ben, bendito seas), una Doña Madre que es imprescindible en mi vida, una existencia placentera... y a pesar de las cosas tan feas que me han pasado a veces, no cambiaría nada, todo tiene su puesto y todo tiene su función, y todo junto es lo que me ha traído hacia esa sonrisa satisfecha, así que no puedo prescindir de nada...

A Mirka la encontré entre las líneas de un mensaje electrónico, como a muchas otras personas importantes de mi vida, muy importantes, como a Mi Ben... Bendito sea el código binario, que en esa supuesta frialdad matemática trae y lleva un mundo universal de sentimientos particulares, por incongruente que suene... Hoy voy a compartir unas horas con mis amigos Mirka y Cristo Manuel, y sé que cuando regrese a casa habré aprendido muchas cosas, porque una conversación con ellos es como un paseo por le Enciclopedia Británica, y también seré mejor persona... no es fácil encontrar gente así en este mundo que nos ha tocado en suerte, no señor. Me siento muy afortunada... mucho.

Mmmmmmmmmmmmmmmmmm... me encanta vivir.

Besos... estupendos seres humanos.

16 marzo, 2006

TOI ATUTÁ...

Cuando el cristal desaparezca
y la ternura tenga piel...

COSAS PENDIENTES


Estoy nerviosa, no cabe la menor duda... cualquiera que se me acerque puede sentir el corrientazo energético unos cuantos pasos antes de llegar a mi piel, y esto va en aumento... Sólo me quedan 15 días para meter mi saco humano de corticoides en un avión de IBERIA rumbo a San Juan de Puerto Rico... Lo miro en el calendario y digo... ufffffffffffffffffffffffff... son dos semanas completas, pero me miro para adentro y digo....... ayyyyyyyyyyyyyyyyyyy... nada más dos semanas... La tremenda dicotomía de ser Dr. Jekyll y Mr. Hyde al mismo tiempo, no puedo controlarme.

Y en medio de este subir y bajar, de esta montaña rusa invisible, hago mentalmente la lista de las mil cosas que tengo pendientes... una lista que cambia y muta cada dos segundos, caótica, sin ningún orden de prioridad... donde la compra de una colonia de baño va en el renglón anterior a encontrarme con un amigo querido, la baby doll se da la mano con el jamón serrano y las pinzas de depilarse ocupan el mismo espacio que visitar a mis tíos Carmen y Jacques... es decir, que TODO es importante porque soy incapaz de organizarme... Los nervios me matan y lo único que quiero es que llegue YA el 31 de marzo...

A veces ocurren cosas sorprendentes... lo que unos llaman casualidad y otros llaman destino, pero que para mi es la misma cosa con diferente traje. No me meto a analizarlo, porque una vez en mi vida me dediqué al noble arte de pensar en serio y sufrí un vértigo tal que estuvo a punto de desembocar en un ataque de pánico, no estoy de broma, es cierto... y aquel día decidí que pensar está bien, pero no pensar de verdad, eso se lo dejo a los pensadores que para algo están, yo prefiero seguir siendo banal y estúpida, pero pensar en serio no, no señor... En fin, que no sé por qué he terminado diciendo semejante cosa, porque lo que yo quería decir es que por cosas del azar o cosas del destino por fin voy a poder presenciar el espectáculo de alguien que descubrí el año pasado (gracias Teo) y que me tiene completamente enamorada... El espectáculo se llama THE LORD OF THE DANCE y el artista es MICHAEL FLATLEY, un tap dancer (claqué) canadiense de música celta que es un prodigio... (Si te interesa haz click en el vínculo y te lleva a la página web, son en inglés, lo siento), y resulta que mi amado y adorado bailarín estará en el Centro de Bellas Artes de San Juan, del 25 al 30 de abril, justo mis últimos días de estancia en la isla. Llevo un año suspirando por ver a este hombre y de repente, viendo el canal 4 de la TV puertorriqueña (Televicentro), algo que hago a diario, me encuentro con semejante reseña... la emoción fue de órdago...


Este viaje va a ser diferente por muchos motivos, muchisimos, que no vienen al caso... y sea cual sea el día a día, de lo que no me cabe la menor duda es de la intensidad que tendrá cada momento... y es que no puede ser de otra forma cuando una anda dando pasos para definir la vida.

Hasta aquí llego hoy... tengo una lista de cosas pendientes por hacer y se me acaban de ocurrir unos cuantos renglones más... todos ellos empiezan por Mi Ben... Y

Besos... estupendos seres humanos

P.D. Gracias LAURA, eres un auténtico duende, te quiero una jartá.

15 marzo, 2006

ZANAHORIAS


Ayer fui a visitar al Dr. Taha, bueno, en realidad no era una visita de cortesía, era una de esas visitas que tienes que hacer porque tienes que hacer... un compromiso conmigo misma...

El Dr. Taha es mi endocrino, un señor amable, de origen sirio y papada pronunciada, que cuando te recibe da una imagen de hombre seco sin un ápice de humor... y sólo por eso cuesta entrar a la consulta... hasta que despliega su sonrisa de preciosos dientes blancos y te desarma con esa ternurar suya que quiere salir pero que no deja salir, porque estemos claros, cada quien en su puesto. El Dr. Taha escribe con la mano izquierda en tarjetas rayadas de cartón, no utiliza ordenador y tiene una letra diminuta... mira por encima de sus gafas y abraza con la mirada.

Le llevé la última analítica y la sentencia fue definitiva... tengo los niveles de corticoides por las nubes, las hormonas femeninas bajas y retengo tanto líquido que yo sola podría acabar con la sequía de este país... tengo el hierro al límite (por abajo). Mi primer impulso fue llorar, poque últimamente ando sensible y más tierna que el día de la madre, y luego me dije, pues bueno... qué le vamos a hacer... Los corticoides me los administraron en dosis de caballo hace 35 años, que libraron del asma pero me dejaron un cuerpo que más que un cuerpo es una reunión de cuerpos y me desbarataron el organismo... como resultado de aquello, los kilos se apoderan de mi ser con la misma facilidad que el Ayuntamiento de Madrid dispone a placer de mi cuenta bancaria. Los corticoides no me van a dejar adelgazar nunca, miento, no me van a dejar adelgazar si no me paso la vida chupando lechuga, pesando las lentejas o lamiendo los cristales de cuanta pastelería se me atraviese... Y estemos claros, que una no quiere ponerse en plan Marilyn para pasear desnuda por el parque, no señor, que las motivaciones son otras mucho más interesantes que no vienen al caso... y eso es lo que me tiene un poco encogido el corazón...

Tengo que pensar, inventar un mundo paralelo tan rico y ocupado que no me de tiempo a darme cuenta de lo difíciles que se ponen las cosas para alcanzar mis metas... Al menos el Dr. Taha me sonríe, me pasa la mano por el lomo y me dice que no desista, que siempre esté controlada por un endocrino, esté en Madrid, en San Juan o en la Cconchinchina... y que si un mes no pierdo un solo gramo por que se me atravesaron por el camino un par de pedazos de tarta, que no pasa nada... Bendita sonrisa la del Dr. Taha, sí señor... Entonces pasamos al capítulo del ejercicio diario, le dije que camino y nada más, porque tampoco vamos a entrar en materia sobre el hueco que tengo en el bolsillo del pantalón por donde se me escapa el dinero... por no decir que el puto engaño del euro nos tiene a todos silbando, porque eso daría pie a una conversación interminable que además de ponerme de muy mala leche no nos llevaría a ninguna parte... Bueno, me dijo que había que aumentar el esfuerzo diario, y yo pensé... ¿de dónde saco el tiempo?... pero tiene razón. Mi Ben ha sido durante más de diez años deportista de élite y tiene la sana intención de marcarme una rutina diaria que iremos ampliando, así se lo comenté al Dr. Taha, que me miró circunspecto y soltó "me parece estupendo, pero que no se empeñe en prepararte para ganar una medalla de oro porque a tu edad ya es poco probable"... Maravillosa alegoría para venir a soltar que tampoco es cuestión de que me de un infarto, pero el Dr. Taha es tierno, definitivamente es buena gente.

La tensión alta, la retención de líquidos y el hierro bajo, las hormonas bajas... todo eso se lo debo a los maravillosos corticoides, un acierto médico más en la historia de mi familia, donde definitivamente los galenos no son bien aceptados... no señor.

En fin... la batalla para poner mi organismo en orden, que ese es el verdadero quid de la cuestión en todo este merecumbé endocrino, tengo que ganarla... no me queda más remedio. Los kilos de mis caderas, de mis tetas o mis muslos me importan bastante menos que el verdadero propósito de todo este despropósito descomunal... trataré de pensar lo menos posible en el chocolate, y si lo consigo, todo estará ganado... jajajajajajajajajaja... La madre que lo parió, es que es mencionarlo y empiezo a babear como perrito de Pavlov... ondié.

En fin... desde aquí hago pública declaración que empiezo la dieta el lunes... antes que el Dr. Taha ya tenía un par de compromisos, el viernes tengo una fiesta criolla con pan de jamón, pabellón criollo, tequeños y otras delicias venezolanas que no pienso perderme... y el fin de semana celebro que mis amigos Mavi y Jose se van al Caribe una semana, por primera vez en su vida, y eso supone tirar de vino y pasteles como si no hubiera día después... Además, hoy tengo que celebrar el cumpleaños de mi prima Jacqueline... A partir del lunes, la vida será un contínuo pelar de zanahorias y una alfombra infinita de hojas de lechuga... Si se me ocurre alguna excusa convicente más para postergarlo os mantendré informados, con precisión suiza, lo juro.

Y en cuanto al deporte... me quedan 16 días para convertirme en "deportista" de élite... juro poner todo mi empeño y ser muuuuuuuuuuuy aplicada... ¿verdad Mi Ben?... juas, juas.

Besos... estupendos seres humanos.

(Homenaje a todos los gordos del mundo... ¡¡¡viva el chocolate y los pasteles!!!)

¡¡¡ FELIZ CUMPLEAÑOS JACKIE !!!


¡¡¡ FELICIDADES JACKIE !!!
QUE TODOS TUS SUEÑOS SE HAGAN REALIDAD...
¡¡¡ MIL BESOS !!!

14 marzo, 2006

DE REGRESO...

De izquierda a derecha - Muntsa, Murgola, Mavi, Carmela,
PepaP, PechuPepa, Gloria y Manoli... No están todas
(No sé quién hizo la foto... sorry!)

Dice mi amiga Carmela que a veces suceden milagros... y cuánta razón tiene... Los milagros a veces se disfrazan de loteria, de trabajo soñado, de encuentros casuales, porque los milagros son milagros dependiendo de quién los deguste... y otras veces los milagros son tan simples, que parecen más milagros que los escandalosos milagros que todos desean... en fin... a lo mejor no queda claro, pero yo entiendo lo que quiero decir.

El viaje a Sitges ha sido un maratón de kilómetros... demasiados... tantos que el cuerpo se te queda como un ocho y tarda días en conseguir desperezarse, te miras en el espejo y no te reconoces, y un sopor molesto te acompaña a donde quiera que vas... aunque ya va remitiendo... A lo mejor también es porque no descanso ni la mitad de lo que debería, que también puede ser, ¿o no?.

Sitges ha sido intenso, muy intenso y muy hermoso... El otro día presenté en este blog el rinconcito de "Patchwork en Familia", así que más o menos ya sabéis por donde va la cosa... y al final conseguimos reunirnos en Sitges unas cuantas, pero así dicho como que no pasa de ser una mera anécdota, un grupo de mujeres vinculadas por una afición loca que se reúnen, como por casualidad, a pie de playa... y no, querid@s mí@s, no es así. Llegamos de Málaga, León, Valencia, Barcelona, Cantabria, Logroño, Zaragoza, Madrid... brazos abiertos para dar la bienvenida, besos despachurrados de color carmín, sonrisas eternas, manos abiertas como abanicos de feria buscando ansiosas el contacto, abrazos, muchos abrazos... y mirarnos a los ojos para darnos cuenta que esos romances cibernéticos que nos traemos en el saloncito de costura tienen materia. La perplejidad, el asombro, las emociones, el cariño... todo resumido en un compartir sin condiciones, porque de eso se trata, qué me importa lo que me des si yo lo único que quiero es darte... mmmmmmmmmmmmmmmmmm... benditos sean los seres humanos.

Yo tenía referencia de piel de la mayoría de mis compañeras, pero del viaje a Sitges me traje unos cuantas fotos dedicadas para seguir poniendo en mi mueble imaginario, donde ya va quedando menos sitio... Allí aterrizaron, por ejemplo, la ternura sana de Murgola o el sabor a vida entrópica de Carmela, mi niña Carmela (que nadie sabe, pero es la hija pequeña del Capitán Garfio y novia de Peter Pan), justo al lado de los "Momentos PechuPepa", las encrucijadas vitales de PepaP, el corazón único de Merce, el humor inglés de Gloria, los ojos infinitos de Muntsa, la timidez decidida de Paqui, la indecisión de Manoli, el apoyo incondicional de Mavi, mi Mavi... el cariño sin medida de Laura y mis niños lindos, la soltura descarada y divina de Carme, las manos mágicas de Herme y Rosa Mari, mi duende de ojos imposibles... mi Pusy o la niña Rosa María, que aunque no es de este grupo, sí tiene un pedacito de mi mueble en propiedad...

Los milagros pasan y a veces no tienen mantos de colores para asombrar a todo el mundo... porque a veces los milagros son de lo más normales, pero te ponen el corazón tan gordo y el alma tan grande, que provoca algo diferente dentro de uno y ya nada vuelve a ser igual... Eso ha pasado en Sitges, porque dejarse abrazar y dejarse acariciar no sólo con las manos, si no con la mirada, con las sonrisas, con los silencios... ya es en sí un milagro.

Y yo soy parte de todo eso... mmmmmmmmmmmmmmm... bendito Dios.

Besos, estupendos seres humanos.

13 marzo, 2006

SIN TIEMPO


Ya hemos vuelto de Sitges... en realidad regresamos ayer, con más de 1200 kilómetros a las espaldas (750 millas, para los del otro lado) y un cansancio que no deja rincón de mi cuerpo sin ocupar... Es tremendo, pero ha merecido la pena... Hoy no hay tiempo para contar, hoy sólo quería decir que hay gente buena por el mundo, hoy quería decir que también hay especímenes que deberían huir a una montaña y recluirse para no dañar a los demás... pero, sobre todo, hay gente buena.

Estoy convencida, más que nunca, que el patchwork es una especie de religión con todo lo que esto implica... la parte hermosa y también la parte oscura, donde aflora lo mejor y lo peor del ser humano... sobre todo lo mejor... lo sé, lo veo, lo noto, lo vivo.

Sitges está lejos de Madrid, muy lejos, pero ha merecido la pena recorrer sus calles y dejarse mecer por unas horas que han pasado demasiado rápido... Mañana cuento, porque hay mucho que contar, cuando termine de digerir lo que tengo ahí en proceso, que no es poco.

Gracias niñas... gracias a todas... ha sido tremendo.

Besos... estupendos seres humanos.

10 marzo, 2006

SERÁ HASTA EL LUNES

(Diseño Quilt Country de Mavi Pons, realizado por Mavi, Toñi, Yoly y Carmelilla)
(Foto de Carmen Navarro)

Hoy es viernes... casi el final de una semana especialmente acelerada y tremenda, y digo casi porque todavía quedan sábado y domingo, jornadas que prometen ser no menos intensas y agotadoras. Son las 10:34 de la mañana y a las 13:00 me voy para Sitges, pasaré a buscar a mi querida amiga Mavi, y ambas las dos, perfectas emuladoras de las simpar Thelma y Louise, pero en versión Tomelloso, enfilaremos la A2 a bordo de mi querido Aygo caminito de Sitges... Este fin de semana se celebra allí la Feria de Patchwork anual y, ¡ay bendito!, más allá de lo puramente técnico y consumista, lo que nos tiene desatadas es el encuentro con las amigas... que llevamos planeándolo meses y tenemos abierto un concurso de "histérica suprema", ¿quién se alzará con la victoria?... está reñido, porque aquí la que más y la que menos está loca del culo a la cabeza... y no exagero.

Nuestro grupo se llama "PATCHWORKENFAMILIA", sí, todo junto y tenemos la sede social en Yahoo... un saloncito de costura cibernético, desordenado y desaliñado, donde los hilos decoran suelos y paredes inexistentes, las telas andan rodando por todas partes y el sofá tiene aspecto de haber sido adquirido en un saldo de "todo a cien"... pero es un sofá mágico, sin un color definido, que cambia según tengamos los ánimos, en el que nos vamos turnando y si queremos sentarnos todas a la vez, también cabemos... la realidad se ajusta a nuestra querencia, ni más ni menos.

Hoy no tengo tiempo de extenderme... pero queda el articulo pendiente, porque el saloncito es mucho saloncito y las habitantes del saloncito, una fauna imposible de emular y digna de figurar en las vitrinas de los mejores expositores de almas del mundo... Gloria, las Pepas, Carmela, Mavi, Yoly, Soraya, Toñi, Carmelilla, Angeles, Anna, Carme, Teresita, María, Stella, Margarita, Merce, Laura, Pusy, Chus, Julia, Rosa Mari, Herme, Asun, Paqui, las Montses, Aurora, Fer, Eve, Inés, Nadia, Eloisa, Valia, una servidora y alguna que me faltará... porque somos hasta 40, nunca más de 40... y todas, cuando queremos, cabemos en el sofá mágico decorado con hilos de colores... y unas se sientan en América, otras en Europa y las demás en España... es que ya lo he dicho, pero insisto, es un sofá mágico, que se estira y encoge, flota y vuela, y a veces pesa como un carro de combate descomunal imposible de mover...

Muchas nos vamos a encontrar en Sitges, y otras esperarán pacientes nuestros alaridos y relatos cuando regresemos el lunes, y volvamos al saloncito a dar cuenta de lo mucho que ha dado de sí este fin de semana... Nos espera un recepcionista en el hotel, José Mari, que baila al ritmo de samba ligerito de ropa... pero esa es otra historia, como el esquí de interior y de exterior... demasiado "historia" para contar a estas horas, que estamos en horario infantil... porque en "Patchwork en Familia" sobre todo cosemos, pero ningún renglón de la vida nos queda pendiente de repasar... no señor... aunque para saberlo hay que estar ahí dentro, con la taza de café o de té en la mano y la luz de la lamparita tenue, para que no espante demasiado los pensamientos.

Feliz fin de semana... ya queda menos...

Besos... estupendos seres humanos.

09 marzo, 2006

MIRAR CON OJOS DE BLOG


Quizás sea paranoia mía o resultado de esta especie de exaltación desmedida que me provoca tener un blog vivo, y la sanísima intención de no dejarlo transformarse en un dinosaurio agónico que vaga sin descanso ni cuidados por el limbo cibernético. El caso es que desde el mes de enero, que tuve este parto en código binario, me doy cuenta que miro la vida con ojos de narradora impenitente. Cualquier cosa que veo es digna de ser contada, pero no contada de una forma cualquiera, sino digna de ser contada en mi blog... porque las cosas pueden ser contadas de muchas formas y dependiendo de cómo se cuenten tendrán vida o no la tendrán, o sea, despertarán interés o no lo despertarán.

Hace un par de años estuve dando clase de Literatura en la Asociación Cultural Escuela de Adultos de Arganzuela (ACEA-AR), y una de las novelas que leímos fue "Cuentos de Eva Luna", de Isabel Allende. Mis alumnas eran asombrosas mujeres maduras, caminando en tiempo a la par que Doña Madre, que también estaba bajo mi mando al menos dos horas a la semana (y yo que me lo creo... ¡ja!). Nos comimos algunos de los cuentos de Eva Luna con verdadera avidez y pasamos de puntillas por la vida de Isabel Allende... Recuerdo el momento en que una de aquellas sabias y curtidas mujeres me dijo "es que la vida de Isabel es asombrosa, mira las cosas que le pasan"... entonces me di cuenta de la verdadera esencia de la Literatura, que no es otra que el ARTE DE CONTAR LAS COSAS (fue una iluminación boba, lo sé, pero esos momentos me encantan porque aunque son obvios, son míos... ¡ea!). Entonces miré a mi interlocutora y dirigiendome a todas las demás dije "a Isabel no le pasa ni más ni menos que lo que te pasa a ti o cualquier otra persona, la diferencia está en que ella lo viste de colores diferentes y lo convierte en algo extraordianrio para contarlo... y por eso te parece tan excepcional... por algo lo llaman realismo mágico". Creo que lo entendió, pero claro, lo que no les dije es que el truco para contar la vida de esa forma es un don, independientemente de los afectos o desamores que nos sugiera la señora Allende, ¿o no?.

Eso es... el ARTE DE CONTAR LAS COSAS.

El martes me reí mucho con Mi Ben, muchísimo, compartimos unas horas divinas que nos proporcionaron un estupendo dolor de mandíbulas. No miento, la cosa es tan loca como la cuento. Y llegamos a la conclusión que esto que nos está pasando terminaremos escribiéndolo, y hasta título le pusimos, pero no soy tan osada como para contarlo, no señor, al menos todavía no.

La cotidianeidad es mucho más intensa desde que la miro con ojos de blog, más divertida, me paro más en los detalles y saco punta hasta al ángulo más romo... incluso las cosas pierden algo de su tremendura, porque es como si las mirara tras el objetivo de una cámara de fotos que me proteje.

Es una bendita sensación por haber recuperado el ansia por CONTAR, ese que creí haber perdido en algún peldaño de esta escalera ascendente que no termina nunca... y es que CONTAR es mi mejor aventura, quizás por eso soy PERIODISTA de verdad, aunque no me dejen ejercer, pero lo soy no sólo por el título universitario que tengo colgado en la pared... lo soy porque lo tengo dentro.

Mmmmmmmmmmmm... el ARTE DE CONTAR... bendito don pa'l que lo tiene.

Besos... estupendos seres humanos.

08 marzo, 2006

DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

(Ilustración de Mordillo)

Si os digo la verdad, desde que se me puede considerar un ser humano adulto nunca he tenido verdadera conciencia del "Día Internacional de la Mujer" y he pasado por él sin pena ni gloria, especiales aspavientos, celebraciones o acontecimientos personales dignos de ser reseñados... Pero este año está siendo bien diferente, porque venía yo por la misma senda de la indiferencia de siempre pero Mi Ben, sí Mi Ben, tiene como una semana felicitándome a propósito de fecha tan señalada... repitiéndome las mil y una que me hacen levitar olvidando la enorme gravidez que desprende este cuerpo mío... ¡¡¡es flipante!!!. Anoche era la una de la madrugada cuando hablaba con Mi Ben por teléfono, me volvió a felicitar, luego le pasó el teléfono al Gran Pedro, un amigo querido y divino que es muy especial, y él también me felicitó... luego volvió el teléfono a manos de Mi Ben, que antes de despedirnos y decirnos las mil y una cursiladas divinas y preciosas, volvió a recordarme que ser mujer es un tesoro y una suerte imposible de calificar... Dejamos la conversación, apagué la luz, cerré los ojos y me quedé dormida con la misma sonrisa boba en los labios con la que he amanecido.

Hace apenas diez minutos me sale en la pantalla del PC un aviso de mi cuenta de Hotmail que dice que acabo de recibir un correo de Mi Ben... lo primero ha sido un incremento anormal de mi ritmo cardíaco, por la diferencia horaria son las 4:00 de la madrugada en Puerto Rico y es imposible que Mi Ben esté frente a un PC, puesto que se conecta desde un lugar público... ¡Oh Dios! ¿qué pasa?... la genética tremendista de la meseta castellana me traiciona en cuanto me despisto, no puedo evitarlo y luego me enfado, porque yo no quiero ser así... Todo esto sucede en milésimas de segundo, lo que tardo en hacer click sobre el aviso y desplegarse la pantalla que expone mi bandeja de entrada de correo... ooooooooooooooooooohhhhhhhhhhhhhhhhhh... bendito Dios porque al tenerte yo en vida, que dice el bolero... es una e-card, una postal electrónica, que debió enviarme ayer para ser entregada hoy, en la que nuevamente me felicita el Día Internacional de la Mujer... y mil cosas más, todas cursis y melosas, que me tienen con la punta de los dedos de los pies anclados a la mesa para no levitar hasta pegarme al techo... Mi Ben, divino entre los divinos... 23 días, ya sólo 23 días.

Y en otro orden de cosas, intentando aparcar la explosión hormonal y romántica que sufro desde hace tres meses, me llamó la atención algo que escuché en la radio esta mañana. Siempre vengo a la oficina escuchando Cadena 100 y a esas horas (7 de la mañana), están un grupo de tremendos creativos dando un ritmo al despertar que ya lo quisieran los Aerosmith... total, que hoy han puesto a dos oyentes (un sevillano y una madrileña, si no recuerdo mal) frente a frente, a debatir por no más de cinco minutos sobre el tema del día... La madrileña ha tardado la friolera de tres nanosegundos en acorralar al sevillano, argumentando que si él vivía en una cueva e iba de vez en cuando a casa para decir que "ayudaba" a su mujer... el pobre sevillano no sabía por dónde salir, aunque al final la madrileña se ha relajado y el hombre de Dios, padre hace 22 días y jarto de cambiar pañales y hacer las faenas hogareñas, ha conseguido respirar... que yo veía que se ahogaba.

No voy a entrar en discusiones manidas, reflexiones cíclicas que se repiten anualmente cuando llega el 8 de marzo, ni gritos reivindicativos, ni poses especiales, ni lanzaré panfletos desde la ventana de mi cuarto o miraré desafiante a cuanto hombre se me curce por delante... no señor... me he dado cuenta hace ya mucho tiempo que los pasitos cortos son los que más se notan y el día a día termina moviendo montañas... Me gusta la época que me ha tocado, por dura, insólita, plagada de cambios bestiales que no me dejan indiferente un solo momento desde que abro el ojo en las mañanas... Me gusta el país donde he nacido, porque en este lado del mundo puedo ser mujer y alegrarme, y tener mil oportunidades, y hacer de mi capa un sayo y vivir sin taparme el rostro o cruzar las piernas para que no me arranquen con una cuchilla infecta la alegría de estar viva... Yo soy mujer cada día, repito mi trayecto cada jornada, sudo tinta china y no llego a fin de mes, pero me alegro, porque este poquito que no parece nada es mucho si lo juntos con tantos poquitos que me cruzo y con los que no me cruzo cada amanecer... El mundo gira en un solo sentido, y aunque queramos anclarlo no va a dejar de girar, puede ir más deprisa o más despacio, pero no va a dejar de girar.

Me gusta el tiempo que me ha tocado porque las mujeres seguimos jodidas pero estamos vivas, seguimos luchando, lo estamos cambiando... y a lo mejor en un par de décadas todo anda tan nivelado que la quietud será la dueña de los titulares de los periódicos electrónicos... y yo no quiero eso... Creo que todos, ellos y nosotras, estamos aprendiendo y creciendo al mismo tiempo, y no nos resulta fácil a ninguno... porque ni todos ellos son de Villarobledo del Entuerto ni todas nosotras somos del mismo centro de Manhattan... ¿verdad?.

Cambiar la sociedad es algo que nos atañe a TODOS... no vale protestar y quedarse en la retaguardia, tomando margaritas, mientras la avanzadilla se rompe la cara... eso es lo único que me quema la sangre en todo esto. Pero esa es otra historia. A mi me gusta ser mujer todos los días, sí, todos, incluso "esos"... jajajajajajajaja

¡¡¡FELIZ DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER!!!

Besos... estupendos seres humanos.

07 marzo, 2006

DE VIAJE

Llegué a Caracas de noche y me recibió un festival de luces... ¿verdad tía?

Preparar un viaje siempre ha sido un motivo inconsciente de exaltación en mi casa. A Doña Madre y a mi nos posee un duende interno, pero un duende cabreado, al estilo del repugnante Gollum del Señor de los Anillos (maravilla literaria del siglo XX y cinematográfica del XXI que una servidora no soporta, ni en película ni en libro, que en el segundo me quedé atascada y todavía estoy en medio de los pantanos intentando encontrar el sentido a tanta descripción escarpada... una angustia de no te menees). Bueno, pues esta vez creo que las histerias vendrán servidas en cómodos dosificadores individuales, porque Doña Madre emprende huida el 23 hacia Benidorm, nuestra querida y particular Florida española, regresando el 31, horas después que una servidora haya embutido su humanidad en un vuelo de IBERIA caminito de San Juan... que dicho así, queda hasta como el título de una canción al estilo "Soy Minero" del añorado Antonio Molina...

Bueno... a lo que voy... que ese día me tendré que ir sola, en taxi, cargando con dos maletones enormes a la T4 de Barajas, y me da un desconsuelo infinito no tener a nadie al lado a quien martirizar, ni preguntarle la hora cada dos minutos, ni incordiar, ni babosear, ni amapuchar, ni contarle lo nerviosa que estoy por lo que horas después enfrentaré por primera vez en mi vida... ¡Yo!, que me la paso transportando viajeros de acá pa'llá, sólo a mi se me ocurre irme un viernes por la mañana cuando TODO EL FULANO MUNDO ESTARÁ TRABAJANDO... madre que lo parió... Total, que ante semejante panorama, he decidido empezar a medicarme desde ya con infusiones de tila cada vez que tenga sed... o hago eso o moriré infartada, lo sé, lo intuyo, lo veo venir... y a mis años hay que andarse moscas con las visiones sospechosas, cuando no son producto del alcohol, clarostá.

Los viajes.... mmmmmmmmmmmmmmmmmmm... hace tanto tiempo que no cruzo el Atlántico que vuelvo a tener las mismas sensaciones impresionantes de aquella primera vez en 1986, a punto de cumplir los 19 años y una cruz en el mapa marcando Caracas, una cruz que vendría a resultar en poner todo mi mundo patas arriba y marcar el punto de partida de tantas cosas. En aquellos tiempos no sabía que el mundo más allá de Galicia, Cádiz o Valencia fuera tan increíble, que hubiera tantas cosas iguales y tan diferentes, que fuéramos tantos y tan dispares, que cosas como la idiosincrasia o la cultura fueran libros abiertos sin páginas para devorar... Nadie me había avisado, nadie sabía lo que se me venía encima... y de repente me sentí como Admunsen (o como se escriba, el que se fue pa'l Polo Norte con calcetines de lana) en aquella sala de embarque del aeropuerto de Barajas, me quedé fría, blanca, mientras mi madre y mis primos hablaban... Era de madrugada, un vuelo de esos intempestivos que rompe el sueño de todos menos del que viaja, y no me di cuenta que cuando saliera el sol ya nada iba a ser igual... eso lo supe después, mucho después.

La vida es un cúmulo de circunstancias fortuitas, como piezas de un puzzle descomunal que al final todas tienen que ver, porque si una no encaja las demás no terminan encontrando su sitio... La primera vez que crucé el mundo fue a Caracas, y fue a Caracas porque allí, cuarenta años antes, había aterrizado mi tía Carmen... pero esa es otra historia que voy a contar con calma, porque se merece un aparte... si no hubiera sido por mis tíos Carmen y Jacques, probablemente nunca hubiera puesto un pie fuera de España o tal vez lo hubiera puesto con muchos años de retraso, y nada sería lo mismo... de eso hablaremos después.

Y a lo que iba al principio... ahora me siento igual... siento que se me viene encima otro saco de vida de esos que vienen repletos de todo, de miles de sensaciones extremas que pueden llevarme a cualquier parte, arribar a cualquier puerto, con o sin tempestades... espero que sin tempestades, porque creo que ya pagué con creces mi cuota de tremendismo en esta vida... Me siento a punto de cruzar una línea no dibujada, donde ya nada volverá a ser igual... como si un nuevo libro sin hojas estuviera esperándome para empezar a devorarlo, que lo haré, porque yo no sé vivir de otra forma, para bien o para mal... y a mis casi cuarenta volver a mirar hacia delante con los ojos de una nena recién aterrizada en la guardería... mmmmmmmmmmmmm... y no es sólo por Mi Ben... por Dios bendito, cómo me gusta vivir...

Gracias a Doña Madre, por lo requetebién que lo hiciste, que lo has hecho, que lo estás haciendo y que lo harás... aunque pronto me tocará coger a mi el mando, así que no te entretengas demasiado en el recreo, chiquilindogui.

Besos... estupendos seres humanos...

04 marzo, 2006

27 DÍAS...

AMOR...
QUE TODOS TUS SUEÑOS SE HAGAN REALIDAD
QUE DIOS ME LO BENDIGA, HOY Y SIEMPRE
SÓLO 27 DÍAS MÁS... TE AMOOOOOOOO

SIN CÓDIGO GENÉTICO QUE VALGA (Cap. II)

(Mi sobrino Antonio y mi sobrina, y ahijada, Julia... mis niños)
(Foto de Carmen Navarro)

Doña Madre tuvo dos hijos, a mi hermano Julio y a una servidora. Julio es mi mejor amigo, es ese amigo-hermano que todos los hermanos del mundo deberían tener, porque te puedes pelear con él lo mismo que quererle, adorarle, y volverte a molestar y aquí no pasa nada, y hablar de lo humano y lo divino, y llegar a conclusiones profundas y reírte de banalidades... Recuerdo cuando éramos adolescentes y yo tuve una temporada que mientras él hablaba por teléfono en el salón, y estaba de pie, yo llegaba sigilosa y le bajaba los pantalones... jajajajajaja... era divertidísimo. O aquella batería de preguntas como: ¿por qué vuelan los aviones? ¿por qué flotan los barcos? ¿por qué cuando te ríes mucho te meas?, que él contestaba técnicnamente con infinita paciencia, porque Julio es inteligente a rabiar, es científico, es brillante... Y que nadie se confunda, que hasta el día que se casó, que yo tenía 28 años (creo), y aun entonces le hacía ese tipo de preguntas... así que nada de coletas y zapatos escolares, yo tenía sobrada edad para ser madre... pero una es como es.

Bueno... Doña Madre me dió ese bendito y divino hermano, pero la vida me dió un hermano postizo, Antonio, de esos con los que creces y te unen lazos que nada tienen que ver con la genética, pero que son más fuertes que el ADN. Como decía ayer, la vida a veces es reputa, pero reputa hasta unos límites que te quita las ganas de vivir y contemplas los abismos como un bendito descanso en el que reposar... Le perdí la pista a mi hermano postizo y su familia hace meses, y bueno, tampoco importan demasiado las razones, cuando uno se aleja y se desdibuja no hay que buscar razones, que el tiempo todo lo pone en su sitio y el orgullo estúpido sólo sirve para andar inflando resquemores y añoranzas que nadie admite... Yo si quiero, si amo, lo digo, y si extraño, también lo digo, y si después me tengo que acordar de la madre que te parió, también lo digo... porque los afectos son lo único de verdad que nos queda desnudos y vestidos, pobres o ricos, enteros o a medias... los afectos son la tabla de salvación a la que subirse cuando todo alrededor desaparece, creedme, que sé bien lo que me digo.

Y bueno, dejando divagaciones a un lado, hoy volví a encontrar a mi hermano postizo... marqué muchos número seguidos, muchos, y del otro lado apareció Antonio, y me recibió con los brazos abiertos, el corazón gordo, los besos de esos que suenan a kilómetros... y por la línea viajó un mundo de sensaciones indefinible, un "bienvenida a mi casa", un "por fin te encuentro", un "qué rico escucharte"... un... un... bendito Dios porque al quererte yo en vida, que dice el bolero, porque cuando te mueras o yo me muera no quiero que las palabras se nos queden a mitad de la garganta porque ya no tengamos a un vivo a quién decírselas... Están bien, están juntos, están felices, están contentos... están saliendo adelante y contruyendo de nuevo la vida, lejos...

A mi hermano postizo lo encontré un día cualquiera, hace como treinta años, en un lugar donde los niños nos juntábamos porque compartíamos tremenduras, donde nuestros padres, tutores o responsables nos dejaban de lunes a viernes porque en casa las cosas no eran fáciles... En realidad yo no lo encontré, lo encontró mi hermano Julio, y entonces en vez de dos de a poquito nos convertimos en tres... y la vida con sus pasos nos hizo muchas caricias, muchas, muchas... Pero la vida a veces no es bonita, a veces es reputa, y cuesta respirar, caminar, cuesta vivir... cuesta pensar y hasta te olvidas que eres tú y te vistes con la piel de otro que no conoces... y cuando miras alrededor todos tienen algo que hacer, y la vuelta no es fácil, pero vuelves.

Hoy he vuelto a hablar con mi hermano postizo por teléfono, y también con mi cuñada postiza, y la vida ya no es tan reputa, la vida ya tiene colores más claros, hasta casi reventones. Mis niños están bien, mis sobrinos bellos crecen sanos y felices, con las caritas llenas de pecas y las sonrisas de niños amados... están los cuatro juntos. Me faltan 27 días para volar a Puerto Rico, para abrazar a Mi Ben, y resulta que teniendo el corazón al límite por lidiar con tanto como lo que siento, tendré que hacer un aparte porque también, en algún momento, podré volver a abrazar a mi hermano postizo... es un saltito de nada para poder tocarnos de nuevo, un saltito que pondrá en su sitio tantos afectos... A veces la vida es bien reputa, pero cuando deja de serlo, ¡coño!, qué bella es.

Besos... estupendos seres humanos.

03 marzo, 2006

SIN CÓDIGO GENÉTICO QUE VALGA


Bueno... pues en ese magnífico post que he perdido hace un rato sin saber cómo ni por qué, hablaba yo de los afectos que tengo desperdigados por el mundo, pocos con el mismo código genético que el mío y la inmensa mayoría con su propio arbolito genealógico como background... y en esos afectos ocupan su puesto padres, hermanos, primos, tíos y hasta una abuela postiza, sin contar los pocos pero eternos amigos del alma que siempre, SIEMPRE, están ahí... por muchos años que pasen.

Pues bien, de entre todos ellos esta semana he recuperado a Julie, una suerte de duende chiquito, un corazón con patas, de alma traviesa, ademanes dulces y generosidad sin límites. Nos conocimos allá por el 92, mientras las olimpiadas de Barcelona ocupaban las portadas de todos los periódicos del mundo y una amiga querida se apagaba en un coma profundo. A Julie la conocí trabajando en un canal de televisión en Caracas, al que llegué gracias a mi prima Jacqueline y a su inseparable Gabriela (¡Hola Gabi!), y fue amor a primera vista. Desde entonces muchas cosas nos han ocurrido, pero se ponga como se ponga el destino, siempre hemos terminado volviéndonos a encontrar. Hacía 6 años por lo menos que no sabía nada de ella porque la vida, a veces, es reputa... y nuestros caminos, aun con el corazón enganchado, siguieron caminos difíciles que nos hicieron perder algo de la memoria y los cuidados que se les suponen a estos afectos... Me empeñé en buscarla, fracasé una y otra vez, pero esa cabezonería que tengo no me permitía desistir, porque yo acabo todo lo que empiezo, sí señor... y hace una semana, después de llamar a muchas puertas, abrí la que tenía que ser... y ayer, pasadas las diez de la noche... “hola loquita”... su voz de duende no había cambiado ni tantito así. Nos prometimos besos y abrazos en cuanto pudiéramos, seguir en contacto, que te quiero, que me quieres, que las niñas, que el divorcio, que los hombres, que el amor, que el trabajo... que no te me pierdas, que te extraño... y entre caricias atrasadas y palabras atropelladas, nos quedó pendiente una conversa de esas que se te cae la lengua. Mi Julie vive en Miami desde hace años, le han crecido dos hijas al tiempo que ya tienen 10 primaveras. Y es que la vida, a veces, es reputa.

Entre esa tribu de amores regados por el mundo hay de todas las clases y colores, como una caja de pinturas divina que siempre llevas encima, para emborronar paredes, dejar recuerdos, pintar momentos, eternizar sueños... y es que esta semana también encontré a mi “hermano”, un “hermano” postizo que tengo desde hace muchos años, y lo encontré a miles de kilómetros de distancia, en Santo Domingo... pero esa es otra historia que tomará cuerpo mañana, cuando pueda hablar con él, con su mujer, con mis sobrinos divinos... y otras cuantas cosas vuelvan a ponerse en su sitio, que ya es tiempo porque, insisto, la vida, a veces, es demasiado reputa.

Soy afortunada, sí señor, soy muy afortunada... Y dejo pendiente dos historias de almas hermosas, pero eso será mañana o quizás no, hoy el cajón de los afectos está desbordado y hay que coger pausa.

Besos... estupendos seres humanos.

GRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR


Acabo de pasar una hora escribiendo un post lleno de sentimientos, que me ha dejado partida por la mitad, y gracias a San Bill Gates lo he perdido... Me desconecto para blasfemar, después vuelvo... ¡¡¡LA MADRE QUE LO PARIÓ!!!

01 marzo, 2006

HOY, PIEDÓLOGO Y GORDÓLOGO...

(Foto cambiada por aclamación popular... Jackie y Tartufa ¿felices ya?)

Eran las 4 de la tarde, la calle Atocha con poco personal, la tarde soleada y especial... mmmmmmm... qué divino es sentir el calorcito cuando el sol te pega de frente, aunque por la sombra la cosa cambia, sigue corriendo un aire maldito capaz de congelar los pensamientos más perros... La podóloga (aunque yo llamé a un hombre, que conste) habita en una finca antigua, de las de antes, de maderas nobles y espacios amplios, y al entrar una (al menos yo) no puede evitar pensar qué clases de historias y desde remotos tiempos hayan podido ocurrir en ese portal, en esas escaleras, desde motines históricos y refriegas carlistas, hasta vomitonas de sábado y amores apresurados de hormonas enloquecidas... En fin, Doña Madre y yo nos hemos acomodado en la sala de espera por diez minutos, y con nuestra natural naturaleza de incordio juvenil, nos hemos perseguido por un par de sillas mientras la recepcionista miraba para otro lado y no nos veía... yo incordio, ella me dice "recuerdame que al salir te pegue", se cambia de silla, la persigo, nos reímos y aparece la podóloga... flaca, enjuta y de mirada algo perdida... me recuerda a Hilario Pino... (pa' mi que al pobre le falta un hervor). Pase... y yo paso... y de ahí a cagarme en la madre que la parió no han transcurrido ni cinco minutos. No vuelvo, de verdad que no, me ha hecho mucho daño y desde el principio ha intentado venderme una operación para cada dedo gordo por el módico precio de 300 euros por cada ejemplar... y luego, unas plantillas porque dice que tengo poco arco en los pies... ya la quisiera ver yo el arco de los suyos si la persiguiera eternamente este culo que tengo pegado al final de la espalda. Y va a ser que no, que con 600 euros me voy a Puerto Rico (na' más que 30 días me quedan... pa' que se me quite la anemia, benditobenditobendito) y con lo que cuestan las plantillas me pongo morá a roncito de caña... pos ni más faltaba.



Bueno... y entonces Doña Madre (muerta de frío, que mucho edificio señorial pero un frío del copón, haber si pagamos las facturas) enfilamos la calle Huertas abajo, que nosotras somos de mucho pasear por la calle Huertas... un lugar precioso divino de la muerte, se lo recomiendo a todo el mundo. Y nos vamos deslizando calle abajo, hasta la Puerta de Atocha, Santa María de la Cabeza y la calle Delicias... Mi endocrino, o gordólogo como yo digo, se llama Dr. Taha, es sirio y nació un 24 de diciembre... es afable, con papada, mirada cálida y ademanes dulces... es un abuelo sabio, porque es árabe, y porque además de llevar en su código genético información desde que el mundo es mundo, sabe tratar a la gente que llega asustada y contesta sus preguntas intentando averiguar dónde está la cámara oculta. Invita a subirse al peso como un bailarín de vals delicado y se mueve sigiloso por el espacio reducido para que no te de la sensación de que es demasiado pequeño o tú demasiado grande, toma medidas, inspecciona la piel y no lanza miradas incómodas, sino palabras que con su tono acarician y mecen... Gracias Dr. Taha, usted sí sabe... gracias.

Mañana a las 8 de la mañana tengo que ir a que me chupen la sangre y me miren el pis al trasluz, de nuevo, aunque sé que estoy sana el Dr. Taha quiere averiguar más cosas... Pos que averigüe, que averigüe, que yo encantada... me va a dejar como una sílfide... pordiospordios.

Y al mediodía iré a que me vacunen de la rubeola... Doña Madre no recuerda si la pasé y como yo en un futuro cercano también quiero ser Doña Madre Junior, pos más vale prevenir que curar, que pa' luego es tarde.

¿Sobreviviré a esta semana de intenso rejoneo?... veremos. Mañana os cuento de los últimos descubrimientos por el distrito de Retiro... hoy sólo he caminado unos cien pasos, pero vive Dios que han sido intensos, claro que sí... es tremendo y alucinante. Pero eso, mañana, que hoy ya es tarde y me espera Mi Ben... mmmmmmmmmmmmm... treinta días, un chispito na' más.

Besos... estupendos seres humanos

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